El decisivo voto de la emigración para las elecciones gallegas

Una urna con los votos emigrantes preparados para su recuento.
photo_camera Una urna con los votos emigrantes preparados para su recuento.
En el año 2005, el voto del exterior dejó en el aire el escrutinio electoral y, tras un largo suspense, arrebataron a Fraga su quinta mayoría absoluta. En Asturias, en 2012, fue decisivo para que los socialistas pudieran presidir el gobierno autonómico. ¿Qué sucederá en las elecciones gallegas del 18F?

La noche electoral del 19 de junio de 2005 se hizo larga en Galicia. El recuento de votos arrojaba el final de una era política: Manuel Fraga perdía la que hubiese sido su quinta mayoría absoluta por un diputado. El PSdeG de Emilio Pérez Touriño, con 25 diputados, y el BNG de Anxo Quintana, con 13, sumaban los escaños suficientes para gobernar en coalición la comunidad, poniendo fin a 16 años de mandato de Fraga Iribarne. Y ahí se paró el reloj hasta el 27 de junio, el día del escrutinio del voto del exterior, que podía alterar el resultado.

El PP mantenía la esperanza, y socialistas y nacionalistas contuvieron la respiración. En el voto emigrante, el PP siempre se había alzado con la victoria, con resultados tan contundentes como los registrados en 1997, cuando de 56.594 votos 38.962 fueron para los populares y sólo 12.195 para los socialistas. Por eso, Fraga Iribarne declaró aquella noche que “el 70% de estos votos irán para el PP”, remitiendo a sus contactos con Argentina y Venezuela.

Pontevedra fue la provincia protagonista. En su circunscripción se jugaba el voto de la posible mayoría absoluta. El PP necesitaba superar a los socialistas en más de 8.000 papeletas. Tras un recuento lleno de polémicas, los resultados llegados desde la emigración, con una participación que rozó el 40 por ciento, fueron: 15.361 votos para el PPdeG; 13.518 para el PSdeG; y 1.263 para el BNG. Así que el resultado del 19 de junio se mantuvo inalterable, aunque fueron esos comicios de casi infarto los que pusieron sobre la mesa una realidad relegada hasta ese momento: el voto del exterior podía cambiar o mantener un gobierno y había que tenerlo en cuenta.

18F, elecciones gallegas

Así que, ante la cita del próximo 18 de febrero, todos los partidos tienen también su mirada puesta en los votos de la emigración. Con un censo de emigrantes que supone el 17,6 por ciento del total del electorado gallego; la supresión del voto rogado que con toda seguridad aumentará los índices de participación y con unos resultados que se prevén puedan ser ajustados, el voto del exterior podría volver a ser decisivo para la formación del nuevo gobierno gallego. Todo dependerá de los votos que sean necesarios para conseguir un diputado más y de la provincia en la que se juegue ese último punto de partido.

Alberto Núñez Feijóo también ha visto moverse el número de escaños debido al voto del exterior, aunque no supuso un cambio de gobierno, al tener asegurada la mayoría absoluta. En 2009, pasó de 39 a 38 diputados, al conseguir el PSdeG en Ourense su quinto escaño. En 2020, y con la necesidad de “rogar” el voto por los ciudadanos en el exterior, el voto emigrante en la circunscripción de Pontevedra le dio al PP 42 escaños, logrando Feijóo un récord que sólo había conseguido Fraga.

Pero no sólo en la comunidad autónoma gallega, el voto emigrante ha sido determinante para la formación de un gobierno autónomo.

Asturias

En 2012, en Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, de Foro, sumaba mayoría absoluta con PP y UPyD para seguir en el Gobierno. El recuento del voto emigrante devolvía el escaño al PSOE que, con IU y UPyD, alcanzaba esa mayoría. Unos resultados que acabaron en el Constitucional, pero que finalmente dieron al socialista Javier Fernández la presidencia del Principado.

Euskadi

En 2009, el Partido Socialista de Euskadi, conseguía sumar un escaño más a los 24 que tenía con el voto de los residentes en el extranjero. Lo obtuvo en Álava en detrimento de Eusko Alkartasuna, Ese resultado permitió a Patxi López prescindir de UPyD en las negociaciones y ser elegido Lehendakari en primera vuelta de la investidura, con los votos de los 13 parlamentarios populares, al contar ambos con los 38 votos que exige la mayoría absoluta, dejando al PNV fuera del gobierno.

Así que el próximo 18F habrá que estar muy pendientes de la trascendencia que el voto llegado desde el exterior tendrá en la configuración del futuro Parlamento Gallego. 476.514 electores tienen también en su mano decidir los próximos cuatro años para Galicia.

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