JUICIO POR LA MUERTE DE ASUNTA

La defensa de Basterra niega la participación del padre en el asesinato y la sedación

La abogada Belén Hospido alega que no hay evidencias que demuestren que su defendido tuvo relación con el crimen y con la administración de Lorazepam a la pequeña.

La abogada Belén Hospido, que ejerce la defensa de Alfonso Basterra, acusado de la muerte de su hija Asunta, ha apelado hoy a la inocencia de su patrocinado que, según explicó, no tuvo nada que ver con el crimen y tampoco con los episodios previos de consumo de Lorazepam de la pequeña asesinada.

Esta letrada, en la última jornada de la vista oral, ha insistido en la inocencia de su cliente, que, al perder a su hija el 21 de septiembre, se quedó "sin nada" y sin el "vínculo" que tenía para relacionarse con su ex, Rosario Porto, a la que aún amaba, por lo que no existía motivación alguna para cometer un hecho tan macabro.

De hecho, Belén Hospido ha expuesto que, en lo tocante al día 21 de septiembre de 2013, en el que falleció la menor, "no hay nada que pueda constituir evidencia" alguna de la implicación de Alfonso en esa muerte violenta.

Para la letrada, que la niña comiese en casa de su padre no es un indicio, puesto que se descarta que la víctima consumiese Lorazepam allí, y menos en las cantidades que se encontraron en su cuerpo en la práctica de la autopsia, puesto que no podría caminar como se la ve en las cámaras de grabación de un banco cercano a este edificio.

Ha cuestionado que si ellos -Alfonso y Rosario- le hubiesen dado el Lorazepam, "¿cómo diablos la dejan salir de casa si le han dado Lorazepam en una cantidad abrumadora?", ya que se podría haber encontrado Asunta con cualquier persona o tropezarse incluso, lo que no tendría sentido ante el planteamiento hipotético de "somos muy listos y llevamos tres meses" preparando el asesinato de la menor.

Hospido también niega la presencia de Alfonso en Teo (A Coruña) puesto que, aunque fuese con ella en el coche, no tiene forma de regresar desde allí, a kilómetros de Santiago, sin ser captado por cámaras, y con Rosario tampoco pudo volver puesto que los teléfonos acreditan que estaba en su casa 10 minutos antes de que su exmujer saliese del chalé de Teo, donde supuestamente murió Asunta.

La letrada ha insistido en que Alfonso no niega haber comprado Orfidal, pero "no para él, sino para la señora (Rosario) Porto".

Por ello, ha explicado que las tres compras realizadas por su defendido se corresponden con las pastillas pautadas para su exmujer, ya que los 125 comprimidos encajan perfectamente con la dosis de una pastilla y media que el psiquiatra pautó a Rosario desde el 30 de julio de 2013 hasta la muerte de la niña, incluyendo la cantidad mayor recetada después del desafortunado episodio.

Belén Hospido ha remarcado que su patrocinado, con las compras de Orfidal durante el verano, no estaba "haciendo acopio para dárselos a nadie", sino que los adquiría para el consumo de la madre de su hija.

En relación a la administración de este fármaco, la abogada ha cargado también contra uno de los testimonios más duros para Alfonso durante el transcurso del juicio, el de la profesora de violín que presenció uno de los supuestos episodios de sedación de la pequeña, una declaración que, a su parecer, "no fue tan espontánea", dado que "sabía lo que tenía que hacer y decir" y se dirigía la docente al jurado, y no a quién le preguntaba, con frases de alto impacto para transmitir "algún hecho y muchas impresiones".

Ha insistido Belén Hospido en que, en referencia a este capítulo, sucedido el 22 de julio de 2013, la niña es la que dice a la profesora que "su madre" le había dado unos polvos blancos, algo que esta educadora no comenta con el padre, por lo que "no hay forma" de que Alfonso lo sepa.

La abogada de Basterra ha reiterado que esa noche la niña no duerme en casa de Alfonso, sino en casa de Rosario, al igual que ocurre ese fin de semana, en el que supuestamente la pequeña se encontró mal por la rinitis.

No obstante, reconoce que la niña sí durmió con él en la jornada del 9 de julio, en la que se sucedió un episodio similar al contado.

La abogada ha asegurado que vivió la vista oral como un reto, ya que en el ejercicio de su profesión uno de los cometidos más grandes es defender a una persona inocente y, en este caso, ha confesado estar "plenamente convencida de que el señor Basterra no ha matado a su hija".

La letrada ha pedido la absolución de su cliente para que se le permita buscar, así, a quién acabó con la existencia de su pequeña.

Rosario Porto y Alfonso Basterra son los únicos acusados del crimen de su hija Asunta, que fue encontrada en una pista forestal de Teo (A Coruña) en la madrugada del 22 de septiembre de 2013.

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