Los responsables de distintas entidades sociales gallegas alertaron del 'espectacular' aumento de personas en Galicia que solicitan alimentos para poder salir adelante a causa de la crisis, así como de un cambio en el perfil de los necesitados, que han pasado de ser 'el hombre que duerme entre cartones' a 'la familia entera'.
Así, en el conjunto de Galicia, las entidades que prestan ayuda alimenticia a personas con pocos recursos están sufriendo un importante incremento en el número de demandantes, sobre todo en el último año, y llegan hasta a triplicar el número de personas que necesitan la donación de comida para salir adelante.
Esta es, por ejemplo, la situación del Banco de Alimentos de Vigo, que pasó en poco tiempo de 14.000 demandantes al mes a atender a unas 17.000 ó 18.000 personas mensualmente, algo que consiguen sobrellevar gracias a la 'enorme solidaridad de la gente'. En el Banco de Alimentos de Ourense, por su parte, los demandantes de ayuda, que también se cuentan por miles, se han triplicado este año.
En el mismo caso se encuentran otras entidades, como la Cocina Económica de Santiago, que acumula extensas colas en su puerta, o la de A Coruña, que triplicó la demanda hasta las 200 comidas diarias y debe hacer varios turnos para atenderlos a todos. Mientras, el Banco de Alimentos de Lugo, uno de los más concurridos en diciembre, multiplicó por 10 sus usuarios en los últimos tres años y llegó a atender a 400 personas en un día.
PERFIL DEL SOLICITANTE
Además del aumento 'espectacular' de la demanda, en las distintas entidades sociales también perciben un cambio en el perfil de la persona que demanda ayuda para comer. En este sentido, el vicepresidente del Banco de Alimentos de Vigo, Pedro Pereira, explicó que 'en cualquier comedor puede verse gente con corbata' y que el que reclama este tipo de ayuda 'ya no es el hombre que duerme entre cartones en la calle, sino la familia entera'.
Sin embargo, como nota positiva está el apoyo de la sociedad en general que, aún a pesar de la crisis, no bajan las donaciones e incluso, en algunos casos, las aumentan. 'Cuando comenzó la crisis, hace dos años y medio o tres años, notamos un bajón enorme y pasamos una mala situación, porque además comenzó a aumentar la demanda. Luego hubo un cambio brutal, desde hace año y medio la gente comprende que en su entorno hay gente que lo está pasando mal y nos están ayudando mucho más', señaló Pedro Pereira, que aprovechó para elogiar la 'enorme solidaridad' de sus convecinos.
Desde el Banco de Alimentos de Lugo también se destaca un 'crecimiento' en la solidaridad, gracias a la cual cada semana reciben más de una tonelada de productos donados por empresas y particulares de la provincia.
El presidente del Banco de Alimentos de Ourense, que mantiene las cifras de donación con ligeras variaciones, ha reconocido que 'la gente es solidaria', dado que 'todos están en mala situación y, aún así, ayudan', aunque ha mostrado su deseo de que 'más empresas' se prestasen a colaborar para sacar adelante estas iniciativas.
Esta es, por ejemplo, la situación del Banco de Alimentos de Vigo, que pasó en poco tiempo de 14.000 demandantes al mes a atender a unas 17.000 ó 18.000 personas mensualmente, algo que consiguen sobrellevar gracias a la 'enorme solidaridad de la gente'. En el Banco de Alimentos de Ourense, por su parte, los demandantes de ayuda, que también se cuentan por miles, se han triplicado este año.
En el mismo caso se encuentran otras entidades, como la Cocina Económica de Santiago, que acumula extensas colas en su puerta, o la de A Coruña, que triplicó la demanda hasta las 200 comidas diarias y debe hacer varios turnos para atenderlos a todos. Mientras, el Banco de Alimentos de Lugo, uno de los más concurridos en diciembre, multiplicó por 10 sus usuarios en los últimos tres años y llegó a atender a 400 personas en un día.
PERFIL DEL SOLICITANTE
Además del aumento 'espectacular' de la demanda, en las distintas entidades sociales también perciben un cambio en el perfil de la persona que demanda ayuda para comer. En este sentido, el vicepresidente del Banco de Alimentos de Vigo, Pedro Pereira, explicó que 'en cualquier comedor puede verse gente con corbata' y que el que reclama este tipo de ayuda 'ya no es el hombre que duerme entre cartones en la calle, sino la familia entera'.
Sin embargo, como nota positiva está el apoyo de la sociedad en general que, aún a pesar de la crisis, no bajan las donaciones e incluso, en algunos casos, las aumentan. 'Cuando comenzó la crisis, hace dos años y medio o tres años, notamos un bajón enorme y pasamos una mala situación, porque además comenzó a aumentar la demanda. Luego hubo un cambio brutal, desde hace año y medio la gente comprende que en su entorno hay gente que lo está pasando mal y nos están ayudando mucho más', señaló Pedro Pereira, que aprovechó para elogiar la 'enorme solidaridad' de sus convecinos.
Desde el Banco de Alimentos de Lugo también se destaca un 'crecimiento' en la solidaridad, gracias a la cual cada semana reciben más de una tonelada de productos donados por empresas y particulares de la provincia.
El presidente del Banco de Alimentos de Ourense, que mantiene las cifras de donación con ligeras variaciones, ha reconocido que 'la gente es solidaria', dado que 'todos están en mala situación y, aún así, ayudan', aunque ha mostrado su deseo de que 'más empresas' se prestasen a colaborar para sacar adelante estas iniciativas.
