La guardería infantil Santa Marta, situada en el Casco Vello y de titularidad municipal,tuvo que ser desalojada ayer por la tarde por motivos de seguridad al declararse un incendio en los bajos de un edificio contiguo cuyas obras están paralizadas desde hace años y que se ha convertido en un refugio habitual para 'okupas' e indigentes. Al parecer, el fuego se provocó al quemarse ropas y colchones.
El incidente, que se saldó sólo con daños materiales gracias a la rápida intervención de dos unidades de los Bomberos y agentes de la Policía Nacional, muchos de los cuales participaron directamente en el traslado de los pequeños hasta sus vehículos. Finalmente, no pasó nada grave, y los niños podrán volver hoy mismo a Santa Marta, pero supuso un susto enorme para los padres y las cuidadoras, que llevan años denunciando la situación en que se encuentra la estructura anexa.
El fuego se declaró a las siete en los bajos de la estructura -que adquirió la empresa de Valery Karpin para su derribo e inclusión en el programa urbanístico Barrio do Cura- y exigió una intervención rápida de los agentes ante el riesgo de que propagara a la vecina escuela infantil, que a esa hora contaba con numerosos niños en su interior, al menos unos 20. Una hora después todavía los Bomberos estaban trabajando en la zona para evitar que se reprodujera.
El ámbito Barrio do Cura está paralizado por Patrimonio de la Xunta tras la decisión de Urbanismo de Vigo de no conceder licencia de demolición y trasladar todo el expediente a los técnicos -arquitectos en su mayoría- de la Consellería de Cultura. El resultado, que todo el proyecto ha vuelto a quedarse en el aire, con el grave riesgo de que los edificios en ruina se vengan abajo o se sucedan los incendios, como ha pasado con el antiguo asilo de Pi y Margall.
El fuego se declaró a las siete en los bajos de la estructura -que adquirió la empresa de Valery Karpin para su derribo e inclusión en el programa urbanístico Barrio do Cura- y exigió una intervención rápida de los agentes ante el riesgo de que propagara a la vecina escuela infantil, que a esa hora contaba con numerosos niños en su interior, al menos unos 20. Una hora después todavía los Bomberos estaban trabajando en la zona para evitar que se reprodujera.
El ámbito Barrio do Cura está paralizado por Patrimonio de la Xunta tras la decisión de Urbanismo de Vigo de no conceder licencia de demolición y trasladar todo el expediente a los técnicos -arquitectos en su mayoría- de la Consellería de Cultura. El resultado, que todo el proyecto ha vuelto a quedarse en el aire, con el grave riesgo de que los edificios en ruina se vengan abajo o se sucedan los incendios, como ha pasado con el antiguo asilo de Pi y Margall.
