La operación se ha desarrollado bajo secreto, con un gran despliegue y con la presencia, además de agentes de la Guardia Civil, de personal de la Agencia Tributaria.
Cuatro personas han sido detenidas en un registro en la sede de la Cofradía de Pescadores Santiago Apóstol de Barallobre, en la localidad coruñesa de Fene, informó hoy la Guardia Civil.
El registro comenzó hacia las 10:00 horas en la sede de ese organismo y se prolongó durante más de siete horas, hasta prácticamente las 17:30 horas.
Una vez finalizadas las pesquisas, salieron detenidos el patrón mayor de la Cofradía, Carlos Rey, así como el secretario, David Pita, además del biólogo Juan Luis Ferreiro y del responsable de las subastas, Pablo Barcia.
Los cuatro detenidos recibieron aplausos de medio centenar de mariscadores que permanecían en el exterior de la Cofradía.
Los agentes han retenido a una joven becaria del pósito fenés, Jessica Pardo, que apenas llevaba una semana realizando labores en la depuradora y que se vio sorprendida por la intervención de la Guardia Civil.
En declaraciones a Efe, la empleada en prácticas ha explicado que se encontraban trabajando cuando los agentes "entraron por la puerta, dieron orden de parar todas las labores que se estaban realizando y requirieron los teléfonos móviles" a las cinco personas mencionadas.
Esta becaria solamente fue retenida durante el registro, pero a las 17:12 horas pudo irse a su domicilio, momento en el que señaló que no tenía "ni idea" del porqué de la operación, sobre todo porque llevaba "escasos días" en la Cofradía.
Antes de la detención de los trabajadores, los agentes comenzaron a sacar de las dependencias cajas de cartón y otros bultos que requisaron en el interior.
En primer lugar, a las 17:22 horas salió custodiado por la Guardia Civil el responsable de las subastas junto al patrón mayor; a continuación, el biólogo y, por último, a las 17:26 horas el secretario.
La Cofradía de Barallobre, está integrada por más de un centenar de personas, entre mariscadores de la playa y de la flota.
La operación se ha desarrollado bajo secreto, con un gran despliegue y con la presencia, además de agentes de la Guardia Civil, de personal de la Agencia Tributaria.
