La Fiscalía pide dos años de cárcel para la supuesta agresora, Raquel E.F., que practicaba lucha libre en Portugal
Un joven, Raquel E.F., se ha sentado este martes en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra por supuestamente haber agredido a otra el 16 de agosto del año 2012, durante la celebración de la Festa da Auga de Vilagarcía.
En la sesión, la Fiscalía ha pedido dos años de prisión para ella por un delito de lesiones con deformidad y una multa de 900 euros, a razón de 30 euros por cada día de curación no impeditivos; y en la cantidad de 1.500 euros por las secuelas sufridas. Por su parte, la defensa reclama la libre absolución.
La acusada Raquel E.F., sin antecedentes penales, ha defendido su inocencia ante los magistrados pontevedreses al asegurar que no participó en la agresión de la que, según ha indicado, se apartó "en todo momento".
Con todo, según ha indicado el fiscal, Jesús Calles, sobre las tres de la madrugada de aquel día, Raquel "animada por la intención de menoscabar la integridad física" le propinó varios golpes con la mano en la cara a Uxía G.A. fracturándole los huesos propios de nariz.
La supuesta víctima dijo que, en las fechas previas a la agresión, ambas jóvenes habían discutido en la red social "Tuenti" por el novio de una de ellas. Además de insultar a la otra joven, Raquel llegó a amenazarla, como quedó acreditado durante el juicio con capturas de las conversaciones mantenidas entre ambas jóvenes.
El abogado de la víctima, que ejerce la acusación particular, ha recordado que Raquel practicaba el deporte de la lucha libre, aportando como prueba distintos recortes y fotografías publicadas en la prensa con su participación en diversas competiciones.
RELATO DE LA VÍCTIMA
En su declaración ante el tribunal, la víctima ha explicado que tardó dos días en acudir al médico por el miedo a la reacción de sus padre ya que "era la primera vez" que la "dejaban salir hasta tan tarde".
Por esta agresión fue intervenida quirúrgicamente y le quedaron como secuelas una "ligera movilidad" de un diente y un "perjuicio estético ligero", consistente en una "mínima desviación de punta nasal a la derecha". Según la forense esta lesión es "compatible con un golpe dado con la mano".
