El Juzgado de lo Penal número 2 de Ferrol absolvió a la enfermera del hospital público Arquitecto Marcide que en noviembre de 2010, por error, inyectó un medicamento anticoagulante a un bebé recién nacido que le causó la muerte en pocas horas. La magistrada, María Jesús García, falla que la joven enfermera, que se había colegiado en 2007, no fue responsable de la infracción penal que se le imputaba, un presunto delito de homicidio por imprudencia grave.
En una sentencia de ocho páginas fechada el 3 de mayo, la juez expone que la acusada entró en el paritorio y que 'una voz de mujer' le pidió el fármaco. 'No sabía a cual de las dos pacientes le hacía falta -la madre o el bebé-', relata la sentencia, que estima que se produjo un malentendido cuando la joven S.M.B, le preguntó a la matrona si el fármaco 'era para la peque', porque esta 'no la escuchó'. 'Es evidente que si la hubiera oído el error se hubiera corregido', dice el fallo judicial absolutorio.
Los hechos se remontan al 20 de noviembre del 2010 en uno de los paritorios del hospital ferrolano. El fármaco había sido prescrito por la ginecóloga para su madre, que sufría una leve hemorragia tras haber parido a una niña de forma natural. Sin embargo, la enfermera S.M.B.P., que tenía un contrato por dos días -19 y 20 de noviembre- pinchó el medicamento en el muslo al neonato, al parecer, producto de una confusión por una orden que no quedó bien aclarada.
Los hechos se remontan al 20 de noviembre del 2010 en uno de los paritorios del hospital ferrolano. El fármaco había sido prescrito por la ginecóloga para su madre, que sufría una leve hemorragia tras haber parido a una niña de forma natural. Sin embargo, la enfermera S.M.B.P., que tenía un contrato por dos días -19 y 20 de noviembre- pinchó el medicamento en el muslo al neonato, al parecer, producto de una confusión por una orden que no quedó bien aclarada.
