Alrededor de unas quince personas acudieron a la despedida del atracador, ayer en Vigo
nnn El cadáver del protagonista de uno de los episodios más sangrientos de la historia negra de Vigo fue incinerado ayer en una ceremonia que tuvo lugar a primera hora de la mañana. Según relataron a este diario allegados de la familia de Enrique Lago Fariñas, a dicha ceremonia de incineración, que tuvo lugar en las instalaciones de Vigomemorial apenas acudieron unas quince personas.
Los familiares del atracador evitaron cualquier tipo de publicidad y difusión del momento de la despedida debido a los acontecimientos que derivaron en su muerte. “Ni siquiera vimos la esquela, ni sabíamos cuándo y dónde lo iban a enterrar porque tampoco sabemos nada de la familia”, comentaban ayer en el vecindario de Cabral donde residía “El Escayolista”. En su entorno vecinal todavía no asimilaban lo que había sucedido. Para ellos, Enrique era una persona normal que había sufrido las consecuencias de la crisis, como otras muchas personas, incidiendo directamente en su empresa, en la que había trabajado durante años, retirándose así del pasado delictivo en los 80.
El atracador vivía solo en una gran casa, después de haberse separado de su mujer y no tenía hijos.
El viernes decidió jugársela con un plan que le libraría de las deudas y la situación económica que le asfixiaba a consecuencia del cierre de su negocio, que le dio el apodo de “El Escayolista”.
La Policía trata de averiguar quién le proporcionó el arma y la munición que el atracador llevaba el viernes y con el que asesinó a una policía e hirió de gravedad a otro agente.
Los investigadores buscan en los archivos posibles contactos de aquella época por los que habría conseguido adquirir la pistola, si bien, no se tenía constancia en la actualidad que hubiera retomado conversaciones con viejos conocidos o con los que hubiera participado en algún robo con violencia.
De hecho, desde que montó su negocio, la Policía no tiene constancia de que hubiera cometido ningún atraco sino que más bien llevaba una vida normalidad.
No obstante, la situación en la que se encontraba, no sólo financiero sino de salud por una enfermedad terminal, le habrían llevado a planear un asalto emulando a “El Solitario”, que acabó mal.n
