La Comunidad gallega podrá recuperar pequeño empleo de servicios, pero nada más porque no se apostó por algún sector

La falta de estrategia económica de Feijóo destruyó el empleo industrial

Se destruyó la mayor parte del empleo industrial creado entre 1998 y 2009 sin que se apostara por algún sector. (Foto: ARCHIVO)
'Estratexia económica. Loitar contra a crise apostando polos nosos sectores produtivos cun plan estratéxico a desenvolver por un Goberno unido, coordinado e que saiba establecer prioridades'. En el segundo punto del 'Contrato con Galicia' firmado por Feijóo antes de las elecciones de 2009 rezaba la lucha contra la crisis apostando por los sectores productivos. Con el análisis del segundo epígrafe, La Región continúa el balance del grado de cumplimiento del 'contrato', siguiendo la invitación cursada en aquel momento por el líder del PP, que esperaba obtener una calificación 'no inferior a sobresaliente'.
Como sin un buen hechicero es difícil conseguir un buen hechizo, los datos del paro , Galicia lidera la destrucción de empleo, desmontan de una tacada la estrategia económica acometida por el Gobierno de Feijóo, sin una apuesta clara por algún sector estratégico.

El gran problema, opinan varios expertos consultados por La Región, es que'se ha destruido todo el empleo industrial que se creó del año 1998 al 2009. Este empleo es difícilmente recuperable, podremos recuperar pequeño empleo de servicios pero nada más, porque ha faltado una apuesta clara por algún sector. Hasta en el campo, que suele ejercer de espita, ha crecido el paro, por no hablar de Galicia fue líder en la destrucción de empleo por cuenta propia, cuando los autónomos son un elemento importantísimo para dinimazar la economía'. Líderes desgraciados en la destrucción de empleo industrial y por cuenta propia, en los sectores considerados estratégicos como el naval, el eólico o el ganadero, también se ha dado un paso atrás.


VARAPALO AL NAVAL

El bloqueo desde el pasado 1 de julio del sistema de las exenciones fiscales llamado 'tax lease' ha supuesto un varapalo para el naval gallego. El impacto se calcula en 1.100 millones de euros y afecta a más de 15.000 trabajadores. La política de recortes no se ha visto compensada con una estrategia económica que permitiese amortiguar la caída. El recorte en I+D+i ha sido superior al 60% y ha provocado la huida de investigadores.

La suspensión de la adjudicación eólica aprobada por el bipartito que hubiese permitido llegar al registro de preasignación y la realización de otro concurso provocó que las empresas ya reconozcan abiertamente que no van a cumplir con sus planes industriales, máxime después de que el Gobierno central haya suprimido las primas a las renovables sin tener en cuenta a Galicia.

Puede suponer el principio del fin del liderazgo gallego en energía eólica, cuando se calculaba que el plan del bipartito permitiría la creación de 8.000 empleos y una inversión de 5.000 millones de euros. El resultado por no acometer esos planes industriales al carecer de potencia para instalar, ha provocado que las industrias auxiliares de Ferrolterra tuviesen que cerrar.

En el campo y en el sector lácteo la gran noticia tampoco fue positiva, con la quiebra de Clesa, en manos de Nueva Rumasa. Un país que es potencia ganadera sigue esperando por un gran grupo lácteo gallego.

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