El cuerpo sin vida de la mujer de Ponteareas desaparecida el pasado 31 de agosto de su domicilio fue descubierto entre las 17.00 y 18.00 horas en el municipio de Salvaterra de Miño, según confirmaron fuentes de los Bomberos de Ponteareas, que integran el dispositivo de búsqueda que se organizó tras detectarse su ausencia, hace 14 días.
La propia familia de Amelia A.P., de 77 años de edad, encontró esta tarde sus restos en una zona forestal situada en el lugar de Soutolobre (Salvaterra de Miño), cuando realizaban una de las batidas para encontrar a la desaparecida.
El cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición y le faltaban parte de las extremidades, según aseguraron las mismas fuentes. Las primeras hipótesis apuntan a que los animales causasen los daños a los restos de Amelia A.P.
El hijo de la desaparecida, Severino Boente Andrés, denunció que la última vez que alguien vio a la mujer fue el sábado 30 de agosto, cuando Amelia regresaba de recoger agua en una fuente, en el casco urbano de Ponteareas. En el momento de su desaparición, llevaba puesta una falda negra y una chaqueta de punto gris, además de un bolso grande.
Su familia había señalado que la mujer 'sufre despistes y lapsos de memoria', aunque no padece Alzheimer, al tiempo que se había mostrado esperanzada de que las labores de búsqueda, en las que participan bomberos, Protección Civil y Guardia Civil de Ponteareas, diesen sus frutos.
Amelia, muy conocida en el pueblo por haber trabajado durante años como cocinera en un restaurante ubicado en la carretera N-120, era natural de la parroquia ponteareana de Xinzo y cuando enviudó se trasladó a una vivienda de su propiedad en el centro de Ponteareas.
El cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición y le faltaban parte de las extremidades, según aseguraron las mismas fuentes. Las primeras hipótesis apuntan a que los animales causasen los daños a los restos de Amelia A.P.
El hijo de la desaparecida, Severino Boente Andrés, denunció que la última vez que alguien vio a la mujer fue el sábado 30 de agosto, cuando Amelia regresaba de recoger agua en una fuente, en el casco urbano de Ponteareas. En el momento de su desaparición, llevaba puesta una falda negra y una chaqueta de punto gris, además de un bolso grande.
Su familia había señalado que la mujer 'sufre despistes y lapsos de memoria', aunque no padece Alzheimer, al tiempo que se había mostrado esperanzada de que las labores de búsqueda, en las que participan bomberos, Protección Civil y Guardia Civil de Ponteareas, diesen sus frutos.
Amelia, muy conocida en el pueblo por haber trabajado durante años como cocinera en un restaurante ubicado en la carretera N-120, era natural de la parroquia ponteareana de Xinzo y cuando enviudó se trasladó a una vivienda de su propiedad en el centro de Ponteareas.
