Las familias de los marineros vascos del Alakrana dijeron ayer que no harán más declaraciones públicas sobre el caso y piden respeto por su decisión. Ayer se reunieron con el alcalde de Bilbao, donde vive un tripulante, y el martes lo hicieron junto a los familiares gallegos con Zapatero y la Audiencia Nacional, donde tampoco dijeron nada.
Silencio absoluto por parte de las familias de los marineros retenidos en el Alakrana. A partir de ahora no harán declaración pública alguna sobre el secuestro. Así lo anunciaron ayer, tras la reunión privada que mantuvieron algunos de ellos con el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. Del encuentro no trascendió información alguna (exactamente igual que de los que tuvieron con Zapatero y la Audiencia Nacional anteayer) y al término del mismo un familiar no quiso identificarse pidió comprensión y un poco de respeto a la decisión tomada. No obstante, agradecieron la atención y el buen trato recibido por los medios de comunicación durante este último mes y medio, pero explicaron que ya han hecho su trabajo y que ahora quieren que cada uno esté en su sitio. Los familiares de los tripulantes agradecieron al regidor bilbaíno su interés por la situación del atunero y recordaron que uno de los marineros Pedro Ortún, engrasador del barco reside en Bilbao. Esta es la opinión que dieron las familias de los vascos embarcados en el Alakrana, si bien las gallegas siguen la misma línea. Este mismo martes la hija del patrón, Cristina Blach (de Baiona) evitó hacer declaraciones a la multitud de medios de comunicación concentrada a las puertas de la Audiencia Nacional, tras la reunión con su presidente Ángel Juanes. Blach dijo que es un momento delicado de la negociación con los piratas y que era mejor no hablar del tema. Hora después, tras el encuentro con el presidente del Gobierno se volvió a repetir la misma escena, los familiares salieron mudos de la visita a La Moncloa, que duró dos horas. Desde hace varias semanas, el Gobierno ha celebrado varios encuentros con las familias de los secuestro para informarles de la situación. Todos han sido siempre de carácter privado. Uno de los más llamativos tuvo lugar la semana pasada en Vigo con la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro. Los rostros serios y de nerviosismo a la salida de la reunión dieron paso a unas declaraciones minutos después en una rueda de prensa. En ellas, algunos familiares de los tripulantes gallegos dijeron que Espinosa se podía haber ahorrado la visita porque no aportó nada y reconocieron haber recibido presiones por parte del Ejecutivo para no hablar con los medios de comunicación.