El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció ayer en el Parlamento gallego que las empresas del narcotraficante Marcial Dorado recibieron dinero de la Xunta en su época, aunque menos que durante los años de Gobierno del bipartito formado por PSdeG y BNG. Sin embargo, garantizó que él no otorgó ningún contrato a empresas vinculadas con Dorado y esgrimió que la oposición 'tuvo a mano revisar los contratos' de la administración cuando socialistas y nacionalistas gobernaron Galicia entre 2005 y 2009.
La comparecencia de ayer en la Cámara gallega era el mayor brete al que se enfrontaba Núñez Feijóo desde que es presidente de la Xunta y hasta los históricos dirigentes de su partido se sintieron desencantados con su explicación sobre su relación con el narco Marcial Dorado. El Parlamento gallego vivió ayer una opereta, desde las lágrimas de Xosé Manuel Beiras en la tribuna de la Cámara, hasta las alusiones a Pachi Vázquez, Anxo Quintana por sus fotos con el constructor Jacinto Rey, Bildu, el pacto de gobierno entre PSOE e IU para seguir mandando en Andalucía o a la presencia del finado Pablo Escobar en la toma de posesión de Felipe González.
Fue otra vez más el todo vale y el tú más para que Feijóo siga al timón de la nave con un discurso que la dirección del partido lo contempla con la sordina de la distancia. Feijóo va a seguir con humildad al frente del barco, una vez que intentó dar por zanjada la 'infamia' y la 'manipulación' que, a su juicio, han hecho los grupos de la oposición por las fotos en las que aparece junto a Marcial Dorado.
El presidente gallego insistió en las explicaciones ofrecidas desde el primer momento, censuró la 'hipocresía' de los grupos de la oposición que se dedicaron a lanzar 'insinuaciones' .
COMETIÓ UN ERROR
Reiteró Feijóo que se equivocó y que cometió un error por haberse fotografiado con el excontrabandista de tabaco hace dos décadas, por lo que reclamó disculpas, pero se mostró 'tranquilo' por haber dicho 'la verdad' y haber acabado con 'la infamia', como así, se apoyó en las declaraciones del juez Vázquez Taín, instructor de la causa por narcotráfico que finalmente llevó a la cárcel a Dorado.
Además, contestó a 23 preguntas, que él mismo se hizo, en las que insistió en que conoció a Dorado a través de otras personas, cuando él no era presidente y esa persona no tenía ninguna condena por contrabando ni por narcotráfico y que enfrió la relación hasta cortarla cuando supo por la prensa que tenía causas pendientes por contrabando. En esta parte también reconoció que viajó en su tiempo privado y en momentos de ocio 'siempre en compañía de otras personas' con las que tenía o no relación a Picos de Europa, Tenerife, Baleares y Portugal, y que los gastos se afrontaron como se pagan estos viajes en grupo.
Feijóo criticó que los grupos de la oposición acudieron al pleno con la intención de acusarlo y condenarlo y defendió que mantiene su 'libertad e independencia' y que la mantendrá 'hasta el final'. Tras escuchar a los grupos de la oposición pedir su dimisión, subrayó que él estaba convencido de que la comparecencia no le iba a servir a la oposición ya que se dedicaban a 'insinuar, porque la verdad les frustraba la infamia'. 'Pero hoy acusan, me acusan de tener relación con el narcotráfico, con delincuentes y, como consecuencia de las drogas, con la muerte de miles de chicos. Ustedes no merecen el acta de diputados, no la merecen', afirmó.
Entre acusaciones de 'amoral' e 'indecente' por parte de la oposición, Feijóo volvió a censurar la 'hipocresía' de sus rivales políticos, a los que afeó sus relaciones con Batasuna, en el caso del BNG, o de los ERE de Andalucía a IU. Ante el portavoz parlamentario de AGE, Xosé Manuel Beiras, reivindicó 'su clase social' y señaló que su 'único delito fue nacer en una aldea de Ourense y no haber tenido piano ni estudiado en la Sorbona, como sí hizo el nacionalista Beiras.
Feijóo acostumbra siempre a tirar para adelante. Desveló una reunión con Quintana el mismo día que él compareció ante la prensa el lunes de la pasada semana y otra antigua con Pachi Vázquez sobre el 'Caso Campeón, que el aludido niega.
Fue otra vez más el todo vale y el tú más para que Feijóo siga al timón de la nave con un discurso que la dirección del partido lo contempla con la sordina de la distancia. Feijóo va a seguir con humildad al frente del barco, una vez que intentó dar por zanjada la 'infamia' y la 'manipulación' que, a su juicio, han hecho los grupos de la oposición por las fotos en las que aparece junto a Marcial Dorado.
El presidente gallego insistió en las explicaciones ofrecidas desde el primer momento, censuró la 'hipocresía' de los grupos de la oposición que se dedicaron a lanzar 'insinuaciones' .
COMETIÓ UN ERROR
Reiteró Feijóo que se equivocó y que cometió un error por haberse fotografiado con el excontrabandista de tabaco hace dos décadas, por lo que reclamó disculpas, pero se mostró 'tranquilo' por haber dicho 'la verdad' y haber acabado con 'la infamia', como así, se apoyó en las declaraciones del juez Vázquez Taín, instructor de la causa por narcotráfico que finalmente llevó a la cárcel a Dorado.
Además, contestó a 23 preguntas, que él mismo se hizo, en las que insistió en que conoció a Dorado a través de otras personas, cuando él no era presidente y esa persona no tenía ninguna condena por contrabando ni por narcotráfico y que enfrió la relación hasta cortarla cuando supo por la prensa que tenía causas pendientes por contrabando. En esta parte también reconoció que viajó en su tiempo privado y en momentos de ocio 'siempre en compañía de otras personas' con las que tenía o no relación a Picos de Europa, Tenerife, Baleares y Portugal, y que los gastos se afrontaron como se pagan estos viajes en grupo.
Feijóo criticó que los grupos de la oposición acudieron al pleno con la intención de acusarlo y condenarlo y defendió que mantiene su 'libertad e independencia' y que la mantendrá 'hasta el final'. Tras escuchar a los grupos de la oposición pedir su dimisión, subrayó que él estaba convencido de que la comparecencia no le iba a servir a la oposición ya que se dedicaban a 'insinuar, porque la verdad les frustraba la infamia'. 'Pero hoy acusan, me acusan de tener relación con el narcotráfico, con delincuentes y, como consecuencia de las drogas, con la muerte de miles de chicos. Ustedes no merecen el acta de diputados, no la merecen', afirmó.
Entre acusaciones de 'amoral' e 'indecente' por parte de la oposición, Feijóo volvió a censurar la 'hipocresía' de sus rivales políticos, a los que afeó sus relaciones con Batasuna, en el caso del BNG, o de los ERE de Andalucía a IU. Ante el portavoz parlamentario de AGE, Xosé Manuel Beiras, reivindicó 'su clase social' y señaló que su 'único delito fue nacer en una aldea de Ourense y no haber tenido piano ni estudiado en la Sorbona, como sí hizo el nacionalista Beiras.
Feijóo acostumbra siempre a tirar para adelante. Desveló una reunión con Quintana el mismo día que él compareció ante la prensa el lunes de la pasada semana y otra antigua con Pachi Vázquez sobre el 'Caso Campeón, que el aludido niega.
