Los mandos de la Guardia Civil no recibieron el aviso de que había una prealerta por atraco hasta después de que la patrulla de Covelo fuese tiroteada en A Cañiza. Así lo confirmaron ayer fuentes oficiales del instituto armado después de que este periódico desvelase en su edición de ayer que la Policía Nacional vigilaba a la banda de 'el Peque' la misma noche en la que se produjo el fatal desenlace en la sucursal de Caixa Galicia.
Según el relato cronológico de los hechos, la central de alarmas de Caixa Galicia se puso en contacto con la Guardia Civil a las 06:41 horas. El aviso se recibió en el cuartel de la Comandancia de Tui, puesto fronterizo con Portugal y responsable de la zona en la que se registró el robo. De inmediato se activó el protocolo de seguridad y se envió a la patrulla más cercana, la de Covelo, a la entidad bancaria.
El informe precisa que los agentes se presentaron en la oficina, ubicada en la calle Antonio Facorro, a las 07:14 horas. En ese momento, 33 minutos después de que hubiese saltado la alarma, llegó el aviso de la Policía Nacional a Pontevedra. El mando que estaba al frente de la Comandancia de la capital se dio cuenta de la gravedad de los hechos y envió inmediatamente el aviso: '¡Diles que no entren, que no entren!'.
El mensaje sonó en la emisora de los agentes, pero ya era tarde. Miguel Jorge Piñeiro Lorenzo, vigués de 38 años, yacía en el suelo con cinco disparos, tres en el tórax y dos en el abdomen. Su compañero, Alfonso José Ribeiro Cabaleiro, se encontraba en plena refriega con José Vilar Casal, al que logró esposar, y con José Ángel Martíns Mendoza, alias 'el Peque', que se dio a la fuga hasta que doce horas después fue localizado a escasos kilómetros.
VIGILANCIA EN VIGO
Mientras todo esto sucedía en A Cañiza, la Policía Nacional vigilaba una sucursal de Caixa Galicia en Vigo. Los investigadores de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) seguían de cerca los movimientos de 'el Peque' desde que salió de la cárcel hace ya tres meses y las sospechas de que estaba rearmando su grupo se confirmaron el pasado fin de semana. El asalto frustrado al Deutsche Bank, también con el método del butrón, en la céntrica calle viguesa de García Barbón corroboró la información y se estableció un dispositivo para abortar una más que probable nueva acción, pero nadie informó de ello a la Guardia Civil.
La Unión de Guardias Civiles (UGC) negó ayer este extremo y en un comunicado afirmó que los altos mandos sabían que la Policía Nacional vigilaba a la banda y que no trasladó esta información a los agentes. Esta asociación explica que miembros de la Policía les confirmaron que 'altos representantes' de la Guardia Civil tenían conocimiento del seguimiento .
El secretario federal de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Galicia, Juan Manuel Oitavén, señaló que 'pedirán responsabilidades' y, si se detecta que hubo algún tipo de 'falta de coordinación' o de 'falta de comunicación', se actuará en el ámbito judicial. 'Estos hechos no se pueden permitir. En campaña electoral se habla de coordinación, pero en la vida real, la única coordinación que hay es la de las patrullas'.
El informe precisa que los agentes se presentaron en la oficina, ubicada en la calle Antonio Facorro, a las 07:14 horas. En ese momento, 33 minutos después de que hubiese saltado la alarma, llegó el aviso de la Policía Nacional a Pontevedra. El mando que estaba al frente de la Comandancia de la capital se dio cuenta de la gravedad de los hechos y envió inmediatamente el aviso: '¡Diles que no entren, que no entren!'.
El mensaje sonó en la emisora de los agentes, pero ya era tarde. Miguel Jorge Piñeiro Lorenzo, vigués de 38 años, yacía en el suelo con cinco disparos, tres en el tórax y dos en el abdomen. Su compañero, Alfonso José Ribeiro Cabaleiro, se encontraba en plena refriega con José Vilar Casal, al que logró esposar, y con José Ángel Martíns Mendoza, alias 'el Peque', que se dio a la fuga hasta que doce horas después fue localizado a escasos kilómetros.
VIGILANCIA EN VIGO
Mientras todo esto sucedía en A Cañiza, la Policía Nacional vigilaba una sucursal de Caixa Galicia en Vigo. Los investigadores de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) seguían de cerca los movimientos de 'el Peque' desde que salió de la cárcel hace ya tres meses y las sospechas de que estaba rearmando su grupo se confirmaron el pasado fin de semana. El asalto frustrado al Deutsche Bank, también con el método del butrón, en la céntrica calle viguesa de García Barbón corroboró la información y se estableció un dispositivo para abortar una más que probable nueva acción, pero nadie informó de ello a la Guardia Civil.
La Unión de Guardias Civiles (UGC) negó ayer este extremo y en un comunicado afirmó que los altos mandos sabían que la Policía Nacional vigilaba a la banda y que no trasladó esta información a los agentes. Esta asociación explica que miembros de la Policía les confirmaron que 'altos representantes' de la Guardia Civil tenían conocimiento del seguimiento .
El secretario federal de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Galicia, Juan Manuel Oitavén, señaló que 'pedirán responsabilidades' y, si se detecta que hubo algún tipo de 'falta de coordinación' o de 'falta de comunicación', se actuará en el ámbito judicial. 'Estos hechos no se pueden permitir. En campaña electoral se habla de coordinación, pero en la vida real, la única coordinación que hay es la de las patrullas'.
