Una hermana del fallecido identificó el cuerpo, que se encontraba desfigurado

La Guardia Civil vincula a un ajuste de cuentas la muerte de un narco gallego en Marruecos

La Guardia Civil investiga la relación con un ajuste de cuentas de la muerte ocurrida en Marruecos del narcotraficante Javier González Rodríguez, vinculado con el asesinato de dos primos en Cambados (Pontevedra) en diciembre de 2005. González Rodríguez estaba huido de España e imputado en el denominado 'crimen del molino'. Sin embargo, la Guardia Civil sospecha que el asesinato no guarda relación con el crimen cometido en Cambados y apunta a un ajuste de cuentas.

Para identificar el cadáver del narco fue necesario que una hermana del fallecido se desplazara al lugar de los hechos donde, a pesar de que su rostro se encontraba muy desfigurado, pudo confirmar que se trataba de Javier González, conocido por las fuerzas de seguridad por sus actividades vinculadas al tráfico de hachís, para las que llegó a disponer de una flota de planeadoras.

El narcotraficante se hizo aún más conocido cuando se le vinculó con el denominado 'Crimen del Molino,'ocurrido en noviembre de 2005, y denominado así por encontrarse calcinados en el interior de un molino de la parroquia de Castrelo los cadáveres de los cambadeses Ricardo Feijoo y su primo José Angel Feijoo Abal.

AMENAZAS.

Días antes del suceso habían recibido algunos avisos que no tuvieron en cuenta. Así, a Ricardo le pegaron una paliza en el puerto cambadés y poco después ardió una nave en Catoira en la que guardaban planeadoras.

La fuerzas de seguridad sospechas que Javier González participó en esas amenazas y que también formó parte de los preparativos del crimen posterior.

En concreto, la relación de acusados que hizo pública el juzgado de Instrucción número 1 de Cambados, incluía además de a Javier González, a un coruñés, dos vascofranceses y dos brasileños, que habrían sido contratados como sicarios.

Desde su imputación en los citados Javier González se encontraba en paradero desconocido, si bien se ha podido saber que la Guardia Civil seguía de cerca sus pasos.

Con todo, consideran que su muerte pudo deberse a un ajuste de cuentas y, si bien no se ha descartado por completo, se cree que no tiene que ver con el 'crimen del molino'. Javier González, según recoge el sumario de ese caso, supuestamente eligió el lugar para quedar con los Feijoo y pudo ser también la persona que dio la orden de matarlos a los seis sicarios detenidos.

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