Centenares de vecinos despidieron en A Pobra al único fallecido

Los heridos en Catoira están 'fuera de peligro'

El Complejo Hospitalario de Pontevedra informó a última hora de la tarde de ayer que los siete heridos que siguen ingresados en el Hospital Montecelo evolucionan con patologías y pronósticos que 'no hacen temer por sus vidas'. El complejo hospitalario confirmó que asistió a un total de 12 pacientes, -tres en el Hospital Provincial y nueve en el Montecelo- procedentes del accidente de circulación acaecido el sábado en la carretera Po-8001, que une Catoira con Caldas de Reis.
De estos doce pacientes, ayer por la tarde ya fueron dados de alta los tres atendidos en el Hospital Provincial -un hombre de 42 años y sus dos hijas, de 8 y 11 años respectivamente-, y dos pacientes más atendidos en el Servizo de Urxencias del Hospital Montecelo -una mujer, M.A.M.L, de 67 años, y un hombre, S.O.S, de 32 años, ambos vecinos de Pobra do Caramiñal-.

Las dependencias asistenciales del Hospital Montecelo aún atienden a siete heridos -cuatro hombres y tres mujeres- todos con patologías y pronósticos, que según ha detallado el complejo hospitalario, 'no hacen temer por sus vidas'.

Tal y como añadió el hospital, la paciente L.D.L, de 28 años, vecina de A Coruña necesitó ser intervenida quirúrgicamente de un traumatismo craneo-encefálico. Una patología que también padecen E.L.V, de 61 años y J.I.C.F., de 32 años, ambos vecinos de Pobra do Caramiñal, aunque ninguno de los dos han necesitado intervención quirúrgica.

Por su parte, T.C.F, de 34 años, permanece en el Hopital de Montecelo con policontusiones diversas y traumatismos, mientras que J.M.P.C, de 33 años y vecino de Pobra sufre una fractura de pelvis y un traumatismo craneo-encefálico. Finalmente, la paciente R.H.P, de 58 años, vecina de Pobra do Caramiñal se recupera de un traumatismo de cadera, mientras que, G.S.L, de 29 años ha sido atendida de un traumatismo cervical y costal.

Centenares de vecinos acudieron ayer al sepelio de Carlos Ramas, el único fallecido al volcar el autobús que trasladaba a un grupo de personas a Redondela, donde se celebraba una boda. Las honras fúnebres se celebraron en la iglesia de Santa María la Antigua do Caramiñal.

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