VIGO

Un hombre burla la seguridad y llega al juzgado con una navaja

La ambulancia del 061, ayer a la puerta de los juzgados, para atender al hombre.
photo_camera La ambulancia del 061, ayer a la puerta de los juzgados, para atender al hombre.

Tenía problemas psicológicos y amenazó con autolesionarse si no le recibía el juez

Los juzgados de Vigo registraron ayer momentos de tensión después de que un hombre, de unos 35 años de edad, lograra burlar el control de seguridad y se colara en el juzgado de guardia con una pequeña navaja con la que, muy alterado, amenazó con autolesionarse si no era recibido por el juez.

Según fuentes policiales, el individuo estaba en un estado de gran nerviosismo pero fueron el secretario y el juez de Instrucción 2, en funciones de guardia, quienes consiguieron calmarle. El propio titular del juzgado confirmó que no se abrirán diligencias penales contra este individuo, con problemas psicológicos, y se dictó un auto de internamiento no voluntario, tras ser atendido por los forenses y sanitarios. 

Al parecer, el individuo quería solicitarle al juez que le enviara junto a su marido, que se encuentra preso. La desesperación provocó el comportamiento del hombre, que en un momento determinado tuvo que ser esposado, ya que intentó escapar corriendo cuando se encontraba junto con los agentes de policía  a la entrada del juzgado de guardia tras su examen forense.

Tanto los agentes desplazados de Comisaría, como los propios policías del juzgado y el juez y el secretario trataron de calmar en todo momento a esta persona.

El incidente se produjo a media mañana, cuando el secretario del juzgado habría dado la voz de la alarma a la Policía de los juzgados. De inmediato, los agentes desplegados en el edificio recorrieron juzgado por juzgado para comprobar que los secretarios y los jueces se encontraban en perfecto estado, lo que provocó cierto desasosiego entre los funcionarios que desconocían lo sucedido.

El propio juez de Instrucción 2 restó importancia al suceso, que se saldó sin incidencias graves.

Los juzgados cuentan con un sistema de seguridad de acceso al edificio con varios agentes de Policía que, pese al celo con el que ejercen su labor, no pueden evitar que en momentos de importante afluencia de personas, alguno logre burlar los controles  lo que no es habitual. n

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