El veredicto del jurado es de culpabilidad por asesinato, delito por el que el fiscal pide una condena de veinte años de prisión
El hombre acusado de matar a su madre en el municipio coruñés de Arteixo ha sido considerado culpable de asesinato por todos los miembros del jurado que han seguido este caso en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña.
Esta mañana se ha celebrado la última sesión de la vista oral por unos hechos ocurridos en marzo de 2014 en Vilarrodís, donde el procesado administró medicamentos y alcohol a su madre y, cuando había fallecido, intentó suicidarse tras enviar un correo electrónico de aviso a la Guardia Civil.
El acusado, con iniciales R.T.A.B. y de 65 años, ha alegado hoy que su madre le pidió no quedarse "sola y sufriendo" después de que él le confesara que se iba a suicidar porque no tenía "oportunidad de recuperación" de sus numerosas deudas.
El veredicto del jurado es de culpabilidad por asesinato, delito por el que el fiscal pide una condena de veinte años de prisión, y en el mismo ha rechazado la petición de la defensa de auxilio al suicidio pero, no obstante, no se opone a que pueda ser indultado.
El acusado, que optó por no contestar a ninguna pregunta el lunes, cuando comenzó la vista oral, ha leído esta mañana un emotivo alegato final entre lágrimas, en el que ha sostenido que debe ser "responsable de sus actos a pesar de las circunstancias", tras llegar de Argentina y encontrarse en una situación económica muy delicada cuando sucedieron los hechos.
"Le conté lo que ocurría, que estaba sin oportunidad de recuperación, íbamos a ser desalojados y terminar en la calle. No aguantaba la situación. Le dije que me sentía viejo y hundido, había decidido quitarme la vida", ha argumentado.
"Ella -continúa- me dijo: si te vas a suicidar, me llevas contigo. Son muchos años de dolores insoportables y ahora además completamente inútil. No quiero quedarme sola y sufriendo".
Él prometió a su madre que lo haría, como posteriormente cumplió, y, finalmente, la rápida intervención de los servicios de emergencia, tras recibir un correo electrónico de aviso enviado por el procesado que dejó las llaves de su vivienda depositadas para la Guardia Civil, lograron salvarle la vida a él.
A lo largo del juicio la defensa ha insistido en que, para el acusado, la muerte de su madre resultaba negativa, pues el único ingreso que entraba en su casa era la pensión que cobraba ella, por lo que ha explicado que solo una situación extrema pudo llevar a la familia al suicidio colectivo.
El abogado que representa al ahora condenado considera que la madre pidió "seria, clara e inequívocamente" el suicidio a su hijo, un argumento que ha rechazado el jurado en su veredicto.
Varios amigos de la familia dijeron que la relación entre ambos había sido siempre magnífica, aunque el fiscal ha insistido en el hecho de que "aunque uno sea un buen hijo toda la vida, si mata a su madre debe responder como asesino".
En sus conclusiones, el fiscal ha considerado que la confesión final del acusado y el argumento de que había sido un suicidio asistido se debe a una estrategia de la defensa para convencer al jurado y tener una pena menor, que estaría entre un año y medio y seis años de prisión, de los que ya ha cumplido quince meses.
Por el contrario, su defensa ha afirmado que no es una estrategia sino la verdad, porque lo tendría tan fácil como decir que la madre se suicidó por sus propios medios y ahora podría pedir la libre absolución, pues no sería posible demostrar lo contrario.
