La chica, de 17 años, confesó su historia en un autobús y la Policía Nacional han conseguido liberarla
Una menor de 17 años fue liberada por la Policía Nacional de un piso del barrio vigués de O Calvario donde era retenida contra su voluntad para obligarla a ejercer la prostitución. En la operación fueron detenidas tres personas en la ciudad olívica, dos mujeres nigerianas con amplios antecedentes policiales por proxenetismo y un ciudadano español imputados por trata de personas con fines de explotación sexual. Además, también fue imputada otra persona en Vigo por los mismo hechos y arrestado en Madrid el propietario de un club de alterne donde había estado la menor.
La Policía da así por desarticulada una red dedicada a traer jóvenes desde Sierra Leona a España para explotarlas sexualmente. La joven es ahora un testigo protegido al haber facilitado los datos necesarios para detener a los integrantes del grupo en el único caso de similares características registrado en Vigo en los últimos meses.
La investigación comenzó cuando un ciudadano se presentó en la comisaría de Policía de Marín para denunciar los hechos que le había relatado la víctima durante un viaje en autobús entre Madrid y Pontevedra y que podrían ser constitutivos de delito. La joven le contó que era de Sierra Leona y que había venido a España dos o tres meses antes para estudiar y trabajar como modelo.
Modus operandi
Sin embargo, cuando llegó a Madrid fue recogida por una pareja que le retiró todas sus pertenencias y la encerró en un piso en contra de su voluntad, con la finalidad de explotarla en el ejercicio de la prostitución en un club de alterne de la capital. Cuando la menor se negó a trabajar en dicho club la trasladaron a Vigo para prostituirla y así devolver la supuesta deuda contraída con la organización en concepto de viaje y estancia, que ascendía a unos 60.000 euros.
Después, la joven se puso en contacto con el denunciante a través de whatsApp y le explicó que cuando llegó a la ciudad la esperaba una mujer, que la había trasladado a un piso y la tenía encerrada en una habitación. Aunque no sabía la dirección exacta donde se encontraba, sí le aportó varias referencias de lo que podía ver desde la ventana del inmueble.
Inmediatamente los agentes comenzaron a hacer gestiones para comprobar la veracidad de los hechos denunciados y, a través de las cámaras de seguridad instaladas en la estación de autobuses, observaron cómo en la fecha y hora indicadas en la denuncia, una joven de origen subsahariano era recibida por otra mujer y juntas abandonaban la estación.
La investigación continuó hasta que los agentes pudieron localizar el piso en el que, al parecer, se encontraba la víctima. Los policías entraron en el domicilio donde, finalmente, encontraron a la joven encerrada y procedieron a su liberación y a la detención de las dos personas, un hombre y una mujer, que la retenían. La joven, tras recibir las primeras medidas de asistencia y protección, fue acogida por una organización integrada en la Red Nacional de Asistencia a víctimas de trata de seres humanos y relató cómo fue engañada por estas personas para venir a España.
