Los investigadores buscan a una tercera persona que depositaría el cadáver de Asunta

Los investigadores que trabajan en la causa abierta por el crimen de la niña Asunta Basterra Porto están en estos momentos buscando a una tercera persona, que sería la que depositaría el cadáver en la pista forestal de Teo (A Coruña) en la que apareció pero no quien la mató.

El periódico La Voz de Galicia publica hoy en exclusiva esta información y apunta que la línea de trabajo se centra en que el cuerpo sin vida de la menor apareció a las 1.15 horas del domingo 22 y no pudo ser depositado antes de las 22.31 del día 21 del mes pasado cuando sus padres cursaron la denuncia de desaparición.

No está del todo descartado que Alfonso Basterra y Rosario Porto dejasen el cadáver con posterioridad, refleja este medio, pero quienes trabajan sobre el caso, añade, no creen que se hayan tomado tantos riesgos.

Al mismo tiempo, los investigadores consideran que si el cuerpo estuviese sobre ese talud antes de las 22:31 hubiese sido hallado a una hora más temprana y no las 1.15.

Para descartar a este posible tercero como autor de la muerte violenta, la instrucción se basa en los 'indicios concluyentes' contra Alfonso Basterra y Rosario Porto, los que han servido a juez y fiscal para enviar a los padres de esta cría de 12 años a prisión preventiva, provisional y sin fianza, el 27 de septiembre.

La acusación que pesa sobre Rosario Porto y Alfonso Basterra, los únicos imputados, que han negado los hechos, se ha elevado de homicidio a asesinato y en el endurecimiento de la calificación han pesado las pruebas forenses -sangre, gástricas y de pelo- al revelar que Asunta era sedada con Lorazepam, un ansiolítico cuyo registro más alto corresponde al día 21, jornada en la que murió la pequeña.

En los respectivos autos de prisión, recurridos infructuosamente, el magistrado, que alude a la 'brillante' exposición del fiscal asignado al caso, Jorge Fernández de Aránguiz, ve 'clara' la presunta participación de la abogada Rosario Porto en la muerte, y en el caso del periodista Alfonso Basterra introduce un matiz.

'Ha de considerarse que los indicios apuntan firmemente a que el fallecimiento de Asunta se produjo en una sucesión de actos, algunos de los cuales, indiciariamente, se pueden imputar a Alfonso', razona el juez José Antonio Vázquez Taín, quien añade que Basterra estaba 'con Asunta en dos incidentes anteriores en los que la menor sufrió también presuntas ingestas de fármacos'.

La autopsia, todavía pendiente de redacción definitiva y firma, estimaría que la dosis de lorazepam hallada en el cuerpo de Asunta (0,68 microgramos por mililitro de sangre) es bastante como para causar la muerte a alguien de su peso (42 kilogramos), del género femenino y raza asiática.

En el informe inicial, no obstante, se barajó una multicausa, que incluiría una asfixia.

Sobre la causa sigue vigente el secreto de sumario.

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