El Servicio de Toxicología de la Universidad de Santiago y el Centro de Orientación Familiar de A Coruña se han unido en la causa. Además de realizar gestiones conjuntas para activar el protocolo antes casos de sumisión química, van a compartir un proyecto de investigación que cuenta con el respaldo de la Xunta de Galicia.
Hemos presentado ante el Ministerio de Ciencia y Tecnología toda la documentación necesaria y esperamos que en menos de un mes tengamos luz verde para el grupo de investigación, explica Manuel López-Rivadulla, catedrático de Toxicología Forense de la USC. Los contactos mantenidos con la Consellería de Sanidade invitan al optimismo y hay buenas perspectivas para que la iniciativa salga adelante. Nuestra idea es extender el protocolo de actuación a toda la red hospitalaria de Galicia e implicar a forenses, médicos y psicólogos de los diferentes centros de orientación familiar.
Los investigadores de la Universidad de Santiago intercambian información sobre la sumisión química con expertos de otros centros europeos desde hace más de cuatro años. Nuestro laboratorio, y otros no pueden decirlo, está preparado para realizar las analíticas específicas que el futuro se puedan recoger en el protocolo de actuación ante casos de sumisión química, indica López-Rivadulla.
Todas las agresiones sexuales, incluidas las que no se recuerdan, son traumáticas; los psicólogos clínicos no quieren que caigan en el olvido. El Centro de Orientación Familiar de A Coruña, en colaboración con el departamento de Toxicología de la USC, intenta impulsar un foro de debate sobre la sumisión química.
Es fundamental que la gente sepa que se pueden dar estos casos, aunque sean aislados, para que se incluyan los análisis toxicológicos en los protocolos sanitarios de agresiones sexuales, explica Chus Díaz Anca, del Centro de Orientación Familiar de A Coruña. Al tiempo que lo sacamos a la luz, tenemos que investigar y colaborar con el equipo de la Universidad de Santiago.
Los investigadores de la Universidad de Santiago intercambian información sobre la sumisión química con expertos de otros centros europeos desde hace más de cuatro años. Nuestro laboratorio, y otros no pueden decirlo, está preparado para realizar las analíticas específicas que el futuro se puedan recoger en el protocolo de actuación ante casos de sumisión química, indica López-Rivadulla.
Todas las agresiones sexuales, incluidas las que no se recuerdan, son traumáticas; los psicólogos clínicos no quieren que caigan en el olvido. El Centro de Orientación Familiar de A Coruña, en colaboración con el departamento de Toxicología de la USC, intenta impulsar un foro de debate sobre la sumisión química.
Es fundamental que la gente sepa que se pueden dar estos casos, aunque sean aislados, para que se incluyan los análisis toxicológicos en los protocolos sanitarios de agresiones sexuales, explica Chus Díaz Anca, del Centro de Orientación Familiar de A Coruña. Al tiempo que lo sacamos a la luz, tenemos que investigar y colaborar con el equipo de la Universidad de Santiago.
