El jefe de máquinas afirma que el barco funcionaba correctamente

Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas del 'Prestige' cuando en 2002 se hundió frente a las costas gallegas provocando una catástrofe medioambiental, defendió ayer que el petrolero funcionaba correctamente cuando se produjo el accidente, y aseguró que colaboró en todo momento con las autoridades españolas. Argyropoulos, uno de los cuatro acusados por la catástrofe medioambiental, comenzó ayer su declaración ante el tribunal que juzga los daños por la 'marea negra' respondiendo a preguntas del fiscal especial de Medio Ambiente de Galicia, Álvaro García Ortiz.
No obstante, la Fiscalía no acusa a este tripulante del 'Prestige', que se enfrenta a una pena de seis años de prisión solicitada por las acusaciones particulares que representan a los perjudicados por el vertido. El jefe de máquinas sostuvo que todo funcionaba de manera correcta en el 'Prestige', y sobre la notificación de diversa documentación enviada a la armadora indicando diversas averías precisó que ninguna de ellas era grave y que es algo 'normal' en cualquier buque, en los que continuamente 'hay que estar reponiendo piezas'.


HIZO DE TODO

Argyropoulos también declaró que permaneció en el barco durante los primeros días de la crisis para 'ayudar' y afirmó que hizo 'de todo' para tratar de poner la nave a salvo. La declaración del jefe de maquinas continuará hoy con el interrogatorio de su defensa.

El 'macrojuicio' por los daños causados por el vertido de más de 66.000 toneladas de fuel pesado por el hundimiento del 'Prestige' comenzó el pasado 16 de octubre en A Coruña con la presentación de alegaciones y la reclamación de nuevos testigos o pruebas periciales por las diversas partes personadas en a causa. El tribunal rechazó la petición de nulidad solicitada por los principales acusados, el capitán Apostolos Mangouras, y Argyropoulos.

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