El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha considerado que el terrorismo en Galicia 'está debilitado, pero no desarticulado'.
En este sentido se manifestó Juárez en entrevista en la Radio Galega, en la que resaltó la importancia del 'clima social', que no permite que los terroristas gallegos 'escalen a una dimensión mayor'.
También valoró, en este sentido, que todos los grupos con representación en las instituciones están en contra de estos grupos y sus actividades.
Sin embargo, expresó su preocupación por estas actuaciones violentas, porque, aunque no se han producido víctimas en los últimos tiempos, 'son gente que maneja artefactos peligrosos'.
Señaló, asimismo, que se trata de una organización: 'Están organizados, a su manera, pero lo están' y 'dan la apariencia de no estar organizados para que no se les considere organización terrorista, porque saben que el Estado tiene resortes fuertes para controlar estas organizaciones', pero 'afortunadamente están considerados como tal'.
El delegado del Gobierno expresó también su preocupación por la corrupción política, aunque se manifestó 'convencido de que la inmensa mayoría de los políticos somos gente honrada, que trabaja muchas horas y las saca de su familia'.
Por ello, agregó que 'no merecen ser metidos en ningún saco junto a otras personas vinculadas a la política con estos comportamientos totalmente denostables'.
De su labor institucional dijo que 'se trata de mantener una comunicación fluida con todos, que Madrid entienda las posiciones e inquietudes de Galicia y aquí, las dificultades, como se ven los temas desde Madrid'.
Opinó asimismo que en el Estado 'se entienden bien las posiciones de Galicia', pues 'es una Comunidad exigente, pero a la vez responsable, con planteamientos de Estado', que 'sabe que forma parte de un conjunto y eso se aprecia y se observa de forma clara'.
Finalmente, sobre los límites del derecho de manifestación indicó que se trata de un derecho 'fundamental' y que 'como tal es defendido por las fuerzas de seguridad'.
Para Juárez, está bien que ese derecho 'se ejerza en total libertad', aunque 'es admisible que produzcan pequeñas molestias... el único límite que se le debe poner -concluyó- es la no violencia, que nunca es admisible'.
También valoró, en este sentido, que todos los grupos con representación en las instituciones están en contra de estos grupos y sus actividades.
Sin embargo, expresó su preocupación por estas actuaciones violentas, porque, aunque no se han producido víctimas en los últimos tiempos, 'son gente que maneja artefactos peligrosos'.
Señaló, asimismo, que se trata de una organización: 'Están organizados, a su manera, pero lo están' y 'dan la apariencia de no estar organizados para que no se les considere organización terrorista, porque saben que el Estado tiene resortes fuertes para controlar estas organizaciones', pero 'afortunadamente están considerados como tal'.
El delegado del Gobierno expresó también su preocupación por la corrupción política, aunque se manifestó 'convencido de que la inmensa mayoría de los políticos somos gente honrada, que trabaja muchas horas y las saca de su familia'.
Por ello, agregó que 'no merecen ser metidos en ningún saco junto a otras personas vinculadas a la política con estos comportamientos totalmente denostables'.
De su labor institucional dijo que 'se trata de mantener una comunicación fluida con todos, que Madrid entienda las posiciones e inquietudes de Galicia y aquí, las dificultades, como se ven los temas desde Madrid'.
Opinó asimismo que en el Estado 'se entienden bien las posiciones de Galicia', pues 'es una Comunidad exigente, pero a la vez responsable, con planteamientos de Estado', que 'sabe que forma parte de un conjunto y eso se aprecia y se observa de forma clara'.
Finalmente, sobre los límites del derecho de manifestación indicó que se trata de un derecho 'fundamental' y que 'como tal es defendido por las fuerzas de seguridad'.
Para Juárez, está bien que ese derecho 'se ejerza en total libertad', aunque 'es admisible que produzcan pequeñas molestias... el único límite que se le debe poner -concluyó- es la no violencia, que nunca es admisible'.
