JUZGADOS

Una viguesa, juzgada por calumnias a una profesora en un grupo de Whatsapp de padres

Alguien del grupo pasó los mensajes a otra profesora y de ahí a dirección.
photo_camera Alguien del grupo pasó los mensajes a otra profesora y de ahí a dirección.

El fiscal pide multa para la madre al decir que  la profesora zarandeaba al niño y le comía el bocadillo

Vigo acogió ayer el primer juicio penal por un presunto delito de calumnias cometido en el seno de un grupo de Whatsapp de padres. En el banquillo, la madre de un alumno de infantil del colegio Carraqueira en Coruxo, para la que el fiscal pide una multa de 1.080 euros por calumnias o subsidiariamente otra de 540 si finalmente el juzgado entiende que cometió injurias.

Los hechos tuvieron lugar el 14 de enero de 2016 cuando la madre colgó un mensaje en el grupo de Whatsapp de los padres de la clase referente a una de las profesores. En concreto, afirmaba, que “esto es lo que voy a decir lo que está sufriendo mi hijo. La profesora G. se dedica a zarandearlo de malas formas, a tirarlo del brazo, se burla de él, le tira las fichas del puzzle al suelo, le comel el bocadillo...Con esto os quiero decir que controléis a vuestros hijos que le preguntéis por eso individua y si pasa con alguna más tenemos que hacer fuerza entre todos y plantarle cara”, añadiendo a continuación que “está con miedo”, en referencia a su hijo. Según el fiscal, la acusada se comprometió a disculparse a través del mismo grupo pero pidió perdón no por el mensaje sino por haberlo puesto en ese grupo.

“No lo hice con ánimo de ofender, pero creo a mi hijo”

 La madre acusada reconoció en el juicio haber escrito el mensaje en el grupo de padres y aseguró que “no lo hice con ánimo de ofender sino más bien para preguntar al resto de padres si a sus hijos les ocurría lo mismo”. Según dijo, se disculpó en persona con la profesora en persona, “le dije que perdonara las formas”. También admitió haber escrito el otro whatsapp   que no era el que solicitaba el centro y aseguró que si no lo hizo de otro modo fue porque “yo creo a mi hijo”.

Ambas acudieron antes a un acto de conciliación en el juzgado de Primera Instancia, pero no se llegó a un acuerdo. 

En la vista oral, declaró  un inspector y varios profesores quienes aseguraron que nunca hubo problemas con la demandante, en el centro desde 2009.

“Sólo quiero que escriba que se ha equivocado”

La profesora que denunció los hechos relató cómo el episodio le expuso a “momentos muy dolorosos porque fue un agravio a mi credibilidad”. En su relato ante el juzgado, afirmó que incluso físicamente, perdió mucho peso. Testificó que fue la directora quien le enseñó los mensajes, “me reuní con la madre y le expliqué punto por punto lo que hacía en clase, que nunca zarandeé a su hijo, ni me burlé y que lo del bocadillo no es más que un juego para enseñar a los niños los sentidos, en el que yo soy el monstruo del chorizo.  Sólo quiero una disculpa en el mismo grupo, nada más”.

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