Llegan las primeras lecciones a base de libro electrónico

Un estudiante del colegio Junior's inicia su trabajo con el nuevo e-reader. (Foto: ARCHIVO)
Un colegio de Santiago experimenta un nuevo método de estudio durante el último trimestre del curso. Los alumnos de cuarto utilizarán el libro electrónico en casi la mitad de las asignaturas.
Sabían que las cosas iban a ser diferentes en el último trimestre y esperaban la llegada del libro electrónico, pero un hormigueo agitó el estómago de una veintena de alumnos cuando vieron una caja sobre su pupitre a la vuelta de las vacaciones de Pascua.
Dentro estaba el e-reader, el libro electrónico escondido en una funda semejante a la una agenda. El dispositivo, con capacidad de 32 gigas, reproduce casi todos los formatos habituales (word, pdf, powerpoint, mp3, etc) y puede soportar miles de páginas en doscientos gramos. El ejemplar para los estudiantes de 4º de ESO del colegio Junior´s recoge el contenido de seis asignaturas, pero también novelas de lectura obligatoria y archivos de audio que le permiten recibir las lecciones mediante auriculares.

El día en el que tomaron contacto con el libro electrónico, Diego Rosales se encargaba de despejar dudas y exponer las posibilidades del dispositivo. “La principal ventaja la notareis al coger la mochila o al ver el dinero que ahorráis en la compra de lecturas complementarias”, explica a los alumnos el coordinador del proyecto. “La pantalla del e-reader es como una pegatina y no cansa la vista porque utiliza tinta electrónica; permite además aumentar el tamaño de fuente para adaptar el estudio a las características de cada alumno”.

Batería de 15 euros
Más que una lección, la primera sesión sirve para verbalizar el libro de instrucciones. La batería, que tiene una vida útil próxima a los tres años y un coste de 15 euros, dura dos meses o el equivalente a pasar 8.000 páginas “por lo que muchos alumnos no tendrán ni que cargarla en lo que resta de curso”. No tienen que apagar el dispositivo porque apenas consume energía y pueden dejar marcadores en las carpetas para saber cuál es la página de cada asignatura en la que han dejado la lección.

“Es la última pieza de una evolución que comenzaba con la piedra y continuaba con el papiro, el pergamino y el papel”, explica Diego Rosales. “Ahora sobra el papel y las fotocopias; a este libro electrónico podéis trasladar los documentos de word que escribáis en el ordenador y, sin necesidad de imprimirlos, podéis enviárselos al profesor”, explica el coordinador del proyecto a los alumnos elegidos para esta experiencia piloto. “Este es un dispositivo avanzado, pero la siguiente versión (disponible para el próximo curso) ya tiene color, conexión wifi y permite subrayar textos”, adelanta Rosales.

Es una prueba más de que las nuevas tecnologías se incorporan a las aulas, pero esta vez es diferente. Además de eliminar el peso de las mochilas en las espaldas de los alumnos y reducir el coste del material escolar, el proyecto compartido por la editorial Santillana y la compañía Grammata supone el salto definitivo hacia las lecciones electrónicas.

Los alumnos llevan dos semanas de convivencia con el e-reader y ya comienzan a conocer las posibilidades reales de un dispositivo concebido para facilitarles el estudio. Pertenecen a una generación familiarizada con las nuevas tecnologías y el libro electrónico no esconde muchos secretos para ellos.

“Además de ser una herramienta muy útil, cambia mucho la forma de estudiar y preparar las asignaturas”, apunta su compañero Rafael Silva, confiado en la adaptación pero temeroso de potenciales distracciones. “Lo que más miedo me da es que no consiga concentrarme con el e-reader y me ponga a leer los libros de lectura que vienen incorporados”.

Esas posibilidades de distracción también tientan a Patricia Durán que, de todos modos, confía en que el nuevo dispositivo le facilite el estudio. “Puedes llevarlo a todas partes y no tienes que andar cargando con los libros de las diferentes asignaturas. Tienes todas las materias metidas en este dispositivo y, si quieres, puede estudiar en cualquier momento y lugar”.

Su amiga Silvia Cortizo ha encontrado en los auriculares los mejores aliados para aumentar la concentración y sacarle el mayor rendimiento al libro electrónico. “Los audio libros y los documentos sonoros son un buen apoyo para el estudio, especialmente de idiomas”, explica.

200 gramos que revolucionan el modelo docente
La irrupción del libro electrónico en las aulas altera los hábitos de estudio de los alumnos y modifica el sistema de trabajo de los docentes. “Un profesor debe tener curiosidad y no puede darle la espalda a las nuevas tecnologías”, explica Alejandro Vilar, profesor de Biología del colegio Junior´s. “El e-reader es un instrumento muy fácil de manejar, que nos ayuda muchísimo para trabajar con el alumno y conseguir que se impliquen todavía más”.

El profesorado de este centro compostelano confía en que el libro electrónico consiga completar la formación del alumno, pero saben que ellos también deben poner de su parte. “El libro electrónico cambia en modelo”, explica coordinador del proyecto E-volución. “No llega con el material aportado por Santillana y los profesores se ven forzados a incorporar material adicional y compartirlo. La finalidad última del proyecto es crear una red de centros que compartan material libre; esa manera de gestionar la información (y ponerla a disposición de otros profesores y alumnos) es de los aspectos más interesantes del e-reader”.

Los profesores de las seis asignaturas que han incorporado este dispositivo en el colegio Junior´s aprovecharon las vacaciones de Semana Santa para explorar las posibilidades del libro electrónico y revisar el material aportado por Santillana. “Intentamos diseñar un esquema para que el alumno se familiarizase lo antes posible con el nuevo sistema y concretamos cual era el material adicional que debíamos introducir los docentes”, explica Alejandro Vilar. “En el caso de Biología detectamos una carencia significativa al comprobar que no podíamos reproducir vídeos, pero encontramos muchas más ventajas que inconvenientes”.

Si la experiencia sale bien, el centro se ha comprometido a extender el libro electrónico a todos los cursos y asignaturas. “Creo que el e-reader acabará sustituyendo al libro convencional'.

Te puede interesar