La Fiscalía pide 23 años de prisión para Juan Carlos Pernas, profesor de Química en un instituto

El lucense acusado de matar a su mujer alega un arrebato

Juan Carlos Pernas, a su llegada, esposado, a los juzgados. (Foto: ELISEO TRIGO)
El profesor acusado de matar a su mujer con un hacha, Juan Carlos Pernas, de 45 años, respondió con frases en presente a las preguntas de las distintas acusaciones. En el juicio que se inició ayer en la Sección Segunda de la Audiencia lucense, pronunció enunciados tales como 'la quiero muchísimo' o 'es el amor de mi vida'.
Montserrat Labrada, de 43 años, enfermera en el Hospital Universitario Lucus Augusti, supuestamente murió por los golpes que su marido le propinó con un hacha de 42 centímetros y con una cuerda que también reconocía que había cogido en el lavadero en la madrugada del 26 de agosto de 2010.

El acusado, ante un jurado compuesto por siete hombres y cuatro mujeres, no pudo visionar algunas de las fotos de la autopsia que se le exhibieron. De hecho, en el momento en que la acusación particular le invitó a ver las fotos del cráneo con la disección forense ya realizada, este profesor de química en un instituto de la ciudad de Lugo fijó su mirada en el suelo y también hacia donde se sitúan los miembros del jurado.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal solicita 23 años y ocho meses por los delitos de violencia habitual en el ámbito familiar (tres años), maltrato de obra (diez meses), delito de amenazas (diez meses) y asesinato (19 años). Son tres las acusaciones, el fiscal, el abogado del Estado en comisión de violencia doméstica y la acusación que representa a los padres de la enfermera y a sus dos hijos, de trece y catorce años. Todos coinciden en la petición de penas de la Fiscalía, que además reclama unas indemnizaciones de 125.000 euros para cada uno de los hijos y 30.000 para los padres de la enfermera.

La defensa que representa Santiago Longarela mantiene la libre absolución y antes de entrar en la sala ya mostraba su estrategia para la salvaguarda de los intereses de su cliente. 'Vamos a hacer un planteamiento principalmente dirigido a demostrar que Juan Carlos, cuando cometió los hechos, estaba completamente estresado y deprimido, y que como consecuencia del estrés mantenido a lo largo de un año han podido determinar las dos psicólogas que le han realizado un informe pericial que éste hombre sufrió un brote psicótico en esos momento', explicó.

Juan Carlos y Montse llevaban 18 años de convivencia, aunque no contrajeron matrimonio hasta 1997. El marido aclaró que fueron 24 años, entre la época de novios, convivencia y casamiento. La relación entra en crisis, según la Fiscalía, en junio de 2009, en que supuestamente la mujer habría iniciado una relación sentimental con un compañero de trabajo médico.

A pesar de cesar la relación, seguían conviviendo juntos en un piso de la calle Carlos Azcarraga de la ciudad de Lugo. También en el escrito acusador se pone de manifiesto que desde que Juan Carlos es consciente de ello se dirigía a 'su mujer con expresiones insultantes y amenazantes'. 'Cuando le hablaba de separación, el acusado decía 'pobre de ti, como presente algún papel' o 'Marta del Castillo no va a ser nada en comparación con lo que te va a pasar a ti', relata el escrito de la Fiscalía de Lugo.


RELACIÓN EXTRAMATRIMONIAL

El procesado dijo que se enteró por unas facturas telefónicas de esa supuesta relación extramatrimonial, aunque su mujer le comunicó que eran de una compañera de trabajo. Luego, aseguró, confirmó que eran del 'amante', que es el término que más empleo para referirse al compañero de Montserrat.

Desde que se produjeron los hechos y hasta la confesión en la comisaría de la policía, al día siguiente el 27 de agosto, pensó en el suicidio pero pesó más la presencia de sus dos hijos, dijo. En otro momento, reconoció que había luchado 'por el amor' de su mujer. 'Pero quizá no le supe decir lo mucho que la quería', señaló.

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