ACCIDENTE DE ANGROIS

El juez llama a declarar como testigos a cinco cargos de Adif

Mañana será el turno de tres técnicos de Renfe, uno de ellos, José Ramón I.M., autor del informe en el que alertaba de los riesgos para la seguridad en el tramo en el que ocurrió el trágico siniestro.

El juez que instruye la causa por el accidente de Angrois, Luis Aláez, ha emitido este jueves un auto en el que cita a declarar como testigos a cinco cargos de Adif y reclama más información sobre la alta velocidad y la línea donde se produjo el siniestro.

En concreto, Aláez ha citado a declarar el día 27 de marzo al director de Planificación y Recursos de la Red de Alta Velocidad de Adif, Pedro G.P.; al director de Planificación y Gestión de Capacidad de Adif, José E.G.; al subdirector de Planificación y Gestión de Capacidad de Adif, Luis Carlos S.L.; al jefe de Adjudicación de Capacidades de Adif, Luis S. del C.; y al director de Mantenimiento y Explotación de Adif, Alfonso O. de O.G.

Asimismo, pide documentación a Talgo, Renfe y Adif relativa a la certificación del tren Alvia S-730, estudio de riesgos de la línea, modificación de la instalación de ERTMS e informes de incidencias, entre otras cuestiones.

Técnicos de Renfe

Por su parte mañana comparecerán como testigos, tres técnicos de Renfe.
Se trata de José Ramón I.M., jefe de maquinistas; Ángel L.P., de la Gerencia de Seguridad en la Circulación de Viajeros; y José Luis R.V., coordinador de maquinistas, el primero de los cuales es el autor del informe en el que alertaba de los riesgos para la seguridad en el tramo en el que ocurrió el trágico siniestro

La declaración de estos testigos fue notificada por el magistrado en un auto del pasado 14 de febrero, en el que explicaba que, debido a la utilización de diferentes sistemas de seguridad, "la llamada línea de alta velocidad que une Ourense, Santiago y A Coruña es una conexión ferroviaria compleja y novedosa en nuestro sistema que tiene su origen en una decisión de los responsables de Adif".

Para el instructor, "la transformación de esa línea de alta velocidad en la nueva línea parece haber supuesto para la sociedad tan solo un beneficio menor, que no ampararía o justificaría aquel incremento del riesgo".

Abunda que "presumiblemente la única utilidad que obtuvo la sociedad con aquella decisión ha sido el ahorro de unos minutos de viaje entre Ourense y Santiago como contrapartida a un importante aumento del riesgo para la vida de cientos o miles de personas que utilizan la línea cada día".

Aláez explica que "eliminado el sistema ERTMS, el ASFA no avisa al maquinista del cambio o reducción de velocidad de 200 a 80 km/h en el lugar de Angrois para transitar por la curva de A Grandeira y de no reducir la velocidad el maquinista, el sistema no realiza de forma automática el frenado".

Para el magistrado, "lo que ocurre en el presente caso en que los responsables de Adif han creado una línea de ferrocarril novedosa y especial por sus particulares características movidos por presuntos logros estrictamente comerciales que ha incrementado el riesgo para la vida humana en un tramo que, además, se presenta, aparentemente, especialmente peligroso por el diseño de la vía".

Uno de los testigos, José Ramón I.M., es el jefe de maquinistas que apuntó hace dos años la posibilidad de poner señales de limitación de velocidad en la zona del accidente.

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