Entrevista a María Landeira, responsable de Desarrollo de Proyectos Renovables de Naturgy en Galicia
María Landeira nació en una familia ganadera de Galicia, más tarde se graduó en ingeniería industrial y desde entonces siempre ha estado vinculada a proyectos de desarrollo. En 2013 dio el salto a las energías renovables y volvió a Galicia para ser la Delegada de Desarrollo de Renovables en la comunidad.
¿Qué proyectos renovables tiene actualmente Naturgy en Galicia?
Galicia, por su situación geográfica y su orografía, cuenta con las mejores condiciones ambientales y un inmenso potencial en recurso eólico, por lo que es una zona óptima para el desarrollo de las energías renovables. Desde Naturgy estamos haciendo una fuerte apuesta por el incremento en generación renovable en España y especialmente en Galicia, una comunidad con la que mantenemos un profundo compromiso social, que cuidamos integrando económica y socialmente nuestros proyectos en las zonas en las que se implantan y manteniendo un diálogo permanente con todos: administraciones, proveedores, colaboradores y vecinos. Hemos obtenido la declaración de impacto ambiental y la autorización administrativa para 8 proyectos eólicos en Galicia, lo que avala el rigor técnico en el desarrollo de nuestras propuestas renovables. Adicionalmente, contamos con otros tres proyectos de repotenciaciones con declaración de impacto ambiental favorable. Y seguimos trabajando en la identificación y maduración de nuevos proyectos, desde todos los puntos de vista: técnico, ambiental, y social, fundamentalmente.
El actual contexto energético ha puesto de manifiesto la necesidad de que aceleremos el proceso de transición energética en busca de fuentes de generación eléctrica más sostenibles y autóctonas. Y Europa nos ha marcado unos objetivos de energía renovable que cumplir en los próximos años, por lo que con estos proyectos contribuimos al desarrollo de una economía baja en carbono.
En la comunidad gallega existe un profundo debate sobre la energía eólica, ¿es posible la convivencia?
La convivencia ya existe: Galicia fue pionera en el desarrollo de energía eólica en España, escribiendo una historia de éxito de más de tres décadas, en la que existen ejemplos fantásticos de coexistencia. En el rural gallego somos especialistas en utilizar los recursos renovables, y eso ha hecho evolucionar a nuestra sociedad, y también a nuestro entorno, nuestro paisaje. La energía eólica permite un nuevo uso económico del suelo, plenamente compatible con la agricultura y ganadería. Mi familia es ganadera, entiendo bien el rural y, por mi experiencia, estoy totalmente convencida de que lo más importante es escuchar y hablar de igual a igual con nuestros vecinos, conocer el territorio en el que vamos a desarrollar nuestros proyectos, contar con empresas y mano de obra local. Somos uno más en el territorio. Desde Naturgy somos plenamente conscientes de las sensibilidades sociales en las zonas que acogen la instalación de renovables y, en este sentido, estamos plenamente volcados en el desarrollo de actuaciones a nivel local para fomentar la creación de valor compartido y oportunidades a través de diferentes líneas de actuación, sin perder nuestro compromiso con la biodiversidad, el patrimonio cultural y la compatibilidad de usos en los entornos naturales.
¿Cuál es la repercusión socioeconómica en términos de ingresos? ¿Qué beneficios obtienen los municipios en los que se desarrollan estos proyectos renovables?
Los ayuntamientos ingresan cantidades que, en algunos casos, pueden llegar a duplicar el presupuesto de sus arcas municipales. Tanto los ingresos municipales en concepto de licencias de obra, los pagos por canon eólico, por cesiones de ingresos o impuestos locales, suponen aportaciones relevantes a las administraciones autonómicas y locales, que benefician a los vecinos. Según un informe realizado por Deloitte, la eólica gallega supone en torno a 100 millones de euros anuales en impuestos, de los cuales unos 40 millones se abonan directamente a la Xunta de Galicia y a los respectivos ayuntamientos. Además, quiero destacar que alcanzamos acuerdos amistosos con la mayoría de los propietarios de los terrenos en los que se ubican los parques eólicos, lo que reporta unos arrendamientos anuales durante la vida útil de las instalaciones. En Galicia, a la balanza fiscal se suman 11 millones de euros abonados a los propietarios de los terrenos en concepto de alquiler.
También están la cuestión medioambiental y patrimonial. ¿Qué estrategia sigue Naturgy en este sentido?
Diseñamos nuestros proyectos eólicos siguiendo los más estrictos criterios medioambientales y patrimoniales tanto desde el punto de vista de la normativa, como desde el respeto hacia la preservación del entorno en el que está implantado. Nuestros técnicos realizan un análisis concienzudo y riguroso, donde se tienen en cuenta varios criterios como el recurso eólico, las propiedades del terreno, pero también el patrimonio cultural y el entorno medioambiental. Una vez preseleccionada la ubicación de un parque, hay que plasmar el proyecto a la realidad del terreno. Empieza una labor de campo intensiva de la mano de arqueólogos, biólogos, paisajistas y otros expertos que analizan los posibles impactos tanto a nivel patrimonial como medioambiental. Un proyecto eólico entraña mucho más que conocer donde hay viento. Los proyectos que desarrolla Naturgy se fundamentan en años de estudios del territorio, en el respeto y la responsabilidad hacia sus valores naturales, sociales y patrimoniales. El desarrollo de proyectos ha permitido además que aflorase un patrimonio cultural que de otra manera no se catalogaría ni se pondría en valor. Se descubre, se cataloga y se protege.
Varios proyectos renovables están siendo judicializados en Galicia, ¿cuál es la postura de Naturgy?
Desde Naturgy vemos esta situación con preocupación, porque crea incertidumbre sobre el desarrollo de los proyectos que tenemos en marcha y los que, a futuro, podríamos ejecutar. Es esencial recordar la rigurosidad del proceso de evaluación ambiental y autorización de los proyectos, cuyo objetivo fundamental es asegurar que se desarrollen de forma responsable y sostenible, minimizando los impactos en el entorno, promoviendo la convivencia con el rural y dando un nuevo uso económico del suelo.
Si esta situación persiste, puede acabar teniendo un impacto en toda la cadena de valor y, por lo tanto, en el desarrollo industrial de Galicia. La paralización de los proyectos renovables afecta a la decisión de financiación y compra de equipos, lo que tiene un impacto tanto en los promotores como en los proveedores. Y también afecta al conjunto de la actividad industrial y económica gallega vinculada a este sector, por la importante presencia de empresas y trabajadores en la construcción y operación de proyectos eólicos en la Comunidad. La confianza de los inversores se verá además seriamente afectada, lo que dificultará la atracción de inversión para futuros proyectos en Galicia, tanto eólicos, como de cualquier otro tipo. Asimismo, no podemos obviar que el retraso en el desarrollo de los proyectos también hará que se dejen de percibir impuestos y rentas en los entornos locales donde se implantan.
Desde Naturgy mantenemos nuestro compromiso con el desarrollo del territorio, pero en la medida que sea posible entregar certezas a nuestros proveedores y a la cadena de valor, en general, del desarrollo de nuestras instalaciones.
