Más de 300 familias gallegas podrían reclamar la devolución del dinero que se les incautó a partir de 1938 y hasta bien entrada la postguerra, debido a la represión franquista, a consecuencia de un decreto que prohibía la tenencia de papel moneda puesto en curso por el enemigo.
Según informó la portavoz de la Agrupación de Perjudicados por la Incautación Franquista, Lidia Jiménez, muchos de los afectados, por desconocimiento o dejación, no reclaman el importe de los recibos emitidos en la época y que certifican oficialmente el dinero que tuvieron que entregar las familias, a pesar de que en la comunidad hay una presencia importante de perjudicados.
Esta agrupación, nacida hace cuatro años, cuenta ya con alrededor de 2.000 familias de toda España que han conseguido ser escuchados en el Congreso de los Diputados y por el Defensor del Pueblo. Todos nos dan la razón y dicen que debe devolverse ese dinero, pero nadie lo hace efectivo y con la compasión no se consigue nada, señaló Jiménez.
En plena Guerra Civil, concretamente en el año 1938, un decreto del Ministerio de Hacienda del gobierno franquista, con sede en Burgos, ordenó la prohibición de la tenencia de papel moneda puesto en curso por el enemigo, según reflejó el Boletín Oficial del Estado (BOE). Así, en la actualidad, muchas de esas familias todavía guardan ese recibo en ocasiones hasta mordido por las ratas del dinero que nunca se les devolvió. Es urgente porque son ya personas mayores y no hay tiempo, reconoció.
Además, es un dinero que en la época les habría permitido vivir mejor y que, en ocasiones, era todo lo que tenían. En el caso de los abuelos maternos de Lidia, se les incautaron 1.365 pesetas que la madre de Lidia, que hoy ronda los 80 años, recibió como dote y que lleva ya veinte años intentando cobrar en el Banco de España recibiendo como respuesta siempre la frase de que 'ahora no toca'.
OLVIDO
Jiménez incidió en que no se trata de una agrupación con influencias políticas porque hay miembros de derechas y de izquierdas, rojos, azules y amarillos, que sólo quieren que se les devuelva el dinero que, aunque no les va a hacer ricos, servirá para algún capricho, además de la satisfacción de recuperar lo que es suyo.
En concreto, en la asociación calculan que cada peseta de la época equivale a 2,85 euros, lo que supondría una aportación de alrededor de catorce millones de euros, mucho menos de lo que se les ha dado a los niños de la guerra. No estamos en contra de que se indemnice a los niños de la guerra, pero nos parece injusto que nosotros llevemos los mismos años que ellos luchando y se nos olvide. Nosotros somos los hijos del olvido, sentenció.
Los miembros de esta asociación se sienten olvidados por el Gobierno en temas como la Ley de la Memoria Histórica, en la que habían depositado su confianza, pero en la cual no se sienten reconocidos. La Ley no menciona las incautaciones y es un hecho reconocido que incluso se refleja en el BOE, apuntó.
Por todo esto, por el momento se están limitando a la vía política, con la esperanza de que se les pague este dinero, pero no descartan acudir a la jurídica, aunque es mucho más larga en el tiempo y los afectados ya rondan los ochenta años en su mayoría.
Esta agrupación, nacida hace cuatro años, cuenta ya con alrededor de 2.000 familias de toda España que han conseguido ser escuchados en el Congreso de los Diputados y por el Defensor del Pueblo. Todos nos dan la razón y dicen que debe devolverse ese dinero, pero nadie lo hace efectivo y con la compasión no se consigue nada, señaló Jiménez.
En plena Guerra Civil, concretamente en el año 1938, un decreto del Ministerio de Hacienda del gobierno franquista, con sede en Burgos, ordenó la prohibición de la tenencia de papel moneda puesto en curso por el enemigo, según reflejó el Boletín Oficial del Estado (BOE). Así, en la actualidad, muchas de esas familias todavía guardan ese recibo en ocasiones hasta mordido por las ratas del dinero que nunca se les devolvió. Es urgente porque son ya personas mayores y no hay tiempo, reconoció.
Además, es un dinero que en la época les habría permitido vivir mejor y que, en ocasiones, era todo lo que tenían. En el caso de los abuelos maternos de Lidia, se les incautaron 1.365 pesetas que la madre de Lidia, que hoy ronda los 80 años, recibió como dote y que lleva ya veinte años intentando cobrar en el Banco de España recibiendo como respuesta siempre la frase de que 'ahora no toca'.
OLVIDO
Jiménez incidió en que no se trata de una agrupación con influencias políticas porque hay miembros de derechas y de izquierdas, rojos, azules y amarillos, que sólo quieren que se les devuelva el dinero que, aunque no les va a hacer ricos, servirá para algún capricho, además de la satisfacción de recuperar lo que es suyo.
En concreto, en la asociación calculan que cada peseta de la época equivale a 2,85 euros, lo que supondría una aportación de alrededor de catorce millones de euros, mucho menos de lo que se les ha dado a los niños de la guerra. No estamos en contra de que se indemnice a los niños de la guerra, pero nos parece injusto que nosotros llevemos los mismos años que ellos luchando y se nos olvide. Nosotros somos los hijos del olvido, sentenció.
Los miembros de esta asociación se sienten olvidados por el Gobierno en temas como la Ley de la Memoria Histórica, en la que habían depositado su confianza, pero en la cual no se sienten reconocidos. La Ley no menciona las incautaciones y es un hecho reconocido que incluso se refleja en el BOE, apuntó.
Por todo esto, por el momento se están limitando a la vía política, con la esperanza de que se les pague este dinero, pero no descartan acudir a la jurídica, aunque es mucho más larga en el tiempo y los afectados ya rondan los ochenta años en su mayoría.
