Dos menores portugueses huyeron de sus casas el pasado miércoles y pasaron la noche al raso en Vigo, refugiándose de la lluvia y el viento en los portales. Los dos dijeron a los agentes que lo único que querían era estar juntos. El hambre y la falta de dinero les obligó a pedir ayuda a unas adolescentes, que avisaron a la Policía Local que consiguió convencerles de regresar a casa. Los dos chicos, él de 14 y ella de 13, ya se encuentran en sus domicilios en la ciudad de Oporto, tras reconocer que querían volver con sus padres.
Todo comenzó con una pelea sin mayor importancia. En el caso del chico, sus padres le habían castigado retirándole de las clases de fútbol, mientras que ella se había quedado sin móvil por imposición paterna. Los dos, vecinos y amigos, decidieron que lo mejor era poner tierra de por medio y sin pensarlo dos veces se subieron a las cinco y media de la tarde del miércoles al tren de Vigo. Una vez en la ciudad olívica, y según relataron después a los agentes, comenzaron a deambular sin rumbo fijo, cobijándose en los portales cuando arreciaba el temporal y sin dormir, por lo que cuando fueron encontrados estaban hambrientos y agotados.
PETICIÓN DE AYUDA
A las dos de la tarde del jueves, la chica se acercó a un grupo de adolescentes en Velázquez Moreno. Les pidió cinco euros porque tenía hambre, explicándoles que se había escapado de casa con un amigo, al que había perdido el rastro hacia unos minutos. Una de las jóvenes buscó entonces a una patrulla de la Policía Local, a la que avisó de lo que sucedía. Los agentes localizaron a la menor portuguesa, que aparentaba estar muy tranquila y que negó en un primer momento haberse fugado de su casa, por lo que los agentes dedujeron que de no haberse quedado sin dinero, la intención de los dos era continuar su aventura algún tiempo más.
Ante las preguntas del policía finalmente reconoció que había huido junto a un amigo, del que se había despistado. Poco después aparecía el joven, de 14 años, y ambos fueron trasladado al Servicio de Atención a la Familia de la Policía Nacional, donde fueron recogidos por sus padres.
PETICIÓN DE AYUDA
A las dos de la tarde del jueves, la chica se acercó a un grupo de adolescentes en Velázquez Moreno. Les pidió cinco euros porque tenía hambre, explicándoles que se había escapado de casa con un amigo, al que había perdido el rastro hacia unos minutos. Una de las jóvenes buscó entonces a una patrulla de la Policía Local, a la que avisó de lo que sucedía. Los agentes localizaron a la menor portuguesa, que aparentaba estar muy tranquila y que negó en un primer momento haberse fugado de su casa, por lo que los agentes dedujeron que de no haberse quedado sin dinero, la intención de los dos era continuar su aventura algún tiempo más.
Ante las preguntas del policía finalmente reconoció que había huido junto a un amigo, del que se había despistado. Poco después aparecía el joven, de 14 años, y ambos fueron trasladado al Servicio de Atención a la Familia de la Policía Nacional, donde fueron recogidos por sus padres.
