EN VIGO

El mercadillo de Bouzas abrió tras 10 meses y con fuerte presencia policial

Parte del dispositivo policial desplegado ayer.
photo_camera Parte del dispositivo policial desplegado ayer.

Un grupo de antiguos vendedores intentó boicotear los 53 puestos instalados en una jornada bien acogida por el público

 “Por fin podemos vender en igualdad de condiciones”. Los ambulantes con licencia para instalarse en Bouzas mostraban su satisfacción por poder regresar de nuevo a este emblemático mercadillo, que junto con el de Coia —reanudado también la pasada semana— permaneció casi 10 meses cerrado por los enfrentamientos entre los denominados 'clan de los morones', cuyo cabecillas se encuentran en prisión, y los 'zamoranos' y que incluso llegó a provocar un altercado con armas de fuego. Y es que, como señalaban tanto vendedores como clientes y hosteleros de la zona, “había hambre de mercadillo” y de volver a tener a Bouzas como una referencia en Vigo para pasar las mañanas de los domingos.

La cita con esta feria, finalmente, se produjo ante fuerte presencia policial, con efectivos de la Policía Local y de la Policía Nacional, para evitar altercados y un despliegue de media docena de encargados de información que realizaron controles para garantizar que todos los puestos cumplían la normativa municipal.

Los vendedores instalados —53 de los 80 que han obtenido el permiso—, no obstante, no las tuvieron todas consigo. A primeras horas, un pequeño grupo formado por unas ocho personas, antiguos ambulantes que se han quedado fuera del nuevo reparto de puestos, hacía su aparición en un intento de “amedrentarlos”, según dijeron los comerciantes, que se congratularon de que ahora el Ayuntamiento exija todos los permisos para instalarse, como es el alta de autónomos. Eso sí, consideraron que el canon que se aplica “es de los más altos de España”.

Pocos puestos, pero bastante público el registrado ayer para ser la primera jornada tras una larga ausencia y en plena época de playa, con picos de hasta 1.000 personas sobre las 11.45 horas, según fuentes del Ayuntamiento. Potenciales compradores y curiosos no dudaban también solicitar la ayuda de los informadores municipales para, a su vez, pedir información sobre la ubicación de tal o cual puesto, como el de las plantas.

Desgraciadamente, como suele ocurrir cuando hay aglomeraciones, ayer también se dieron cita en Bouzas los carteristas, presencia de la que alertaban los propios vendedores a sus clientes. n

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