Miles de personas acudieron hoy a dar su último adiós al diputado Xosé Cuíña Crespo, que fue enterrado esta tarde en el cementerio de la parroquia lalinense de Prado, donde nació.
El entorno de la iglesia se quedó pequeño para albergar a la multitud de políticos, empresarios, gente de la cultura y vecinos, que desde casi las tres y media de la tarde esperaban la llegada del féretro, que se produjo poco antes de las 16:30 horas.
El coche fúnebre se paró metros antes de la puerta del camposanto para dejar que los familiares llevasen a hombros el féretro, cubierto con una bandera de Galicia y acompañado por el sonido de una gaita, la misma que momentos antes de la sepultura entonó el himno del antiguo reino de Galicia.
El profundo silencio que guardaban los presentes se rompió en el momento en que la caja fúnebre traspasaba la entrada del cementerio, cuando los asistentes le dedicaron un sentido aplauso, que repitieron cuando finalizó la ceremonia.
Al cementerio acudieron numerosas personalidades políticas, como el ex presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, su colega gallego, Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, así como otros muchos diputados y políticos locales y autonómicos.
Hubo también representantes del mundo de la cultura y de la administración, entre los que se encontraba el profesor de la Universidad de Santiago, Luís Alvarez Pousa, y el ex director de la Escola Galega de Administración Públicas, Domingo Bello.
También fue multitudinaria la visita a la capilla ardiente, situada desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde en la casa consistorial de Lalín.
A última hora se aglutinaron cientos de vecinos y políticos, como el popular José Manuel Romay Beccaría, que dijo estar muy apenado por la muerte de Cuíña, hombre de carácter luchador y emprendedor, un hombre con ilusión y que se entregó al partido.
La conselleira de Política Territorial, María Xosé Caride, se refirió al fallecido como una persona que tuvo el apoyo de los gallegos, un político de especial relevancia, por eso tenemos que estar aquí, explicó.
Sentía Galicia y era un trabajador, merece todos mis respetos como ex conselleiro de Política Territorial, concluyó poco antes de acercarse hasta el salón de plenos donde estaba instalada la capilla ardiente.
Al mismo lugar acudieron por la tarde otros muchos políticos en activo, como el conselleiro de Traballo, Ricardo Varela, el de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal o los diputados nacionalistas Carlos Aymerich y Tareixa Paz.
El funeral por Xosé Cuíña se celebrará el próximo miércoles 2 de enero a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de Lalín.
El coche fúnebre se paró metros antes de la puerta del camposanto para dejar que los familiares llevasen a hombros el féretro, cubierto con una bandera de Galicia y acompañado por el sonido de una gaita, la misma que momentos antes de la sepultura entonó el himno del antiguo reino de Galicia.
El profundo silencio que guardaban los presentes se rompió en el momento en que la caja fúnebre traspasaba la entrada del cementerio, cuando los asistentes le dedicaron un sentido aplauso, que repitieron cuando finalizó la ceremonia.
Al cementerio acudieron numerosas personalidades políticas, como el ex presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, su colega gallego, Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, así como otros muchos diputados y políticos locales y autonómicos.
Hubo también representantes del mundo de la cultura y de la administración, entre los que se encontraba el profesor de la Universidad de Santiago, Luís Alvarez Pousa, y el ex director de la Escola Galega de Administración Públicas, Domingo Bello.
También fue multitudinaria la visita a la capilla ardiente, situada desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde en la casa consistorial de Lalín.
A última hora se aglutinaron cientos de vecinos y políticos, como el popular José Manuel Romay Beccaría, que dijo estar muy apenado por la muerte de Cuíña, hombre de carácter luchador y emprendedor, un hombre con ilusión y que se entregó al partido.
La conselleira de Política Territorial, María Xosé Caride, se refirió al fallecido como una persona que tuvo el apoyo de los gallegos, un político de especial relevancia, por eso tenemos que estar aquí, explicó.
Sentía Galicia y era un trabajador, merece todos mis respetos como ex conselleiro de Política Territorial, concluyó poco antes de acercarse hasta el salón de plenos donde estaba instalada la capilla ardiente.
Al mismo lugar acudieron por la tarde otros muchos políticos en activo, como el conselleiro de Traballo, Ricardo Varela, el de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal o los diputados nacionalistas Carlos Aymerich y Tareixa Paz.
El funeral por Xosé Cuíña se celebrará el próximo miércoles 2 de enero a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de Lalín.
