Ana Isabel S., la mujer acusada de haber intentado poner fin a su vida y la de sus dos hijas arrojándose con el vehículo que conducía por un acantilado en el municipio de Baiona (Pontevedra), fue hallada muerta este jueves en la celda que ocupaba, en la prisión provincial de A Lama. El suceso fue descubierto a la ocho de la mañana, de ayer durante el relevo de los funcionarios, y según fuentes oficiales, Ana Isabel S. apareció ahorcada con el cinturón de la bata y había dejado una nota dirigida a sus padres.
Se da la circunstancia de que actualmente la mujer había pasado de la enfermería al módulo 10 de mujeres, y se le había levantado el seguimiento especial, para prevenir el suicidio, al que estuvo sometida durante algo más de un mes.
Esta mujer de 35 años, estaba acusada de haber lanzado su vehículo al mar cuando iba acompañada de sus dos hijas desde el mirador de Baredo, en el área de descanso de Las Salgueiras, el pasado 11 de mayo. Milagrosamente, las tres sobrevivieron al brutal impacto.
El ex marido, al que la suicida había llamado aquel día por teléfono para informarle de sus intenciones, se hizo cargo de las niñas tras el suceso y pidió que se les realizase un estudio médico pormenorizado. Así, fueron trasladadas al Hospital Xeral de Vigo, donde los profesionales también confirmaron que no habían sufrido importantes daños físicos a causa del siniestro.
La mujer, con problemas psicológicos tras separarse del padre de sus hijas, permanecía recluida en prisión después de que el titular del juzgado encargado de la instrucción de este caso le hubiese imputado un doble homicidio en grado de tentativa.
Esta mujer de 35 años, estaba acusada de haber lanzado su vehículo al mar cuando iba acompañada de sus dos hijas desde el mirador de Baredo, en el área de descanso de Las Salgueiras, el pasado 11 de mayo. Milagrosamente, las tres sobrevivieron al brutal impacto.
El ex marido, al que la suicida había llamado aquel día por teléfono para informarle de sus intenciones, se hizo cargo de las niñas tras el suceso y pidió que se les realizase un estudio médico pormenorizado. Así, fueron trasladadas al Hospital Xeral de Vigo, donde los profesionales también confirmaron que no habían sufrido importantes daños físicos a causa del siniestro.
La mujer, con problemas psicológicos tras separarse del padre de sus hijas, permanecía recluida en prisión después de que el titular del juzgado encargado de la instrucción de este caso le hubiese imputado un doble homicidio en grado de tentativa.
