Pide perdón antes de ser excarcelado y dice que 'el animal en la prisión va a peor en vez de ir a mejor'

El 'narco' Oubiña abandona la cárcel tras 22 años entre rejas

Oubiña, abandonando la prisión de Navalcarnero, tirando de un carro con sus pertenencias. (Foto: KIKO HUESCA)
El narcotraficante gallego Laureano Oubiña, natural de Cambados (Pontevedra) abandonó en la tarde de ayer, sobre las ocho y media y en un coche negro de alta gama con las lunas tintadas, la prisión madrileña de Navalcarnero tras permanecer encarcelado desde 1990 de manera ininterrumpida por condenas por distintos delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes.
Con anterioridad, había asegurado en la Audiencia Nacional que 'nunca' invirtió dinero procedente de la venta ilegal de drogas ni en casas 'ni fincas ni hostias'. Así lo manifestó Oubiña durante la vista celebrada ante la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal, para quien el fiscal mantuvo su petición de seis años de prisión por blanquear dinero obtenido ilícitamente del narcotráfico, mediante la presunta compra de unas fincas junto a su esposa, ya fallecida, Esther Lago.

El fiscal también pide cinco años de cárcel para otros ocho procesados más, entre ellos su hijastro David Pérez Lago. Según explicó, él ha permanecido preso durante largos períodos desde 1990, por lo que no pudo obtener ningún ingreso ni participar en la compra de ninguna propiedad.

'Una cama para dormir, con una ducha y una cocina, el resto me sobra', afirmó antes de insistir en que 'jamás de los jamases' se metió 'en nada', refiriéndose a las fincas que supuestamente compró junto a su mujer, entre ellas una en Sanxenxo y la mansión de A Laxe, en Vilagarcía de Arousa. En este sentido, precisó que él vivía en una casa herencia de la familia de Lago y que no le consta la construcción y compra de esas otras propiedades porque si 'no tenía dinero ninguno ¿qué iba a poner?'.


'DEFECTO DEL ANIMAL'

'Nunca me metí en lo que es la casa, ni en fincas ni hostias', insistió antes de hacer hincapié en que le es indiferente si las incautan o no porque a él lo que le importa es que se le 'acuse por cosas que no son' suyas. Posteriormente, tras finalizar su declaración, el acusado pidió perdón al tribunal por 'este exabrupto, pero es defecto del animal, y el animal en la prisión va a peor en vez de ir a mejor'.

Oubiña negó haber blanqueado dinero procedente del narcotráfico y subrayó que él no ha obtenido ningún tipo de beneficio desde que ingresó en prisión, salvo los que percibía su esposa por la gestión del Pazo Bayón, que adquirió en 1987 con la venta de una empresa de camiones frigoríficos y con capitales ganados por contrabando de tabaco. A este respecto, explicó que por el importante alijo de tabaco de contrabando por el que fue detenido en 1983 junto a su mujer no fue condenado posteriormente 'porque entró la libre circulación de capitales en 1992 y ya no se consideraba delito'. Se trata del segundo juicio al que se enfrenta el narcotraficante este mes, ya que el pasado día 4, también en la Audiencia Nacional, se le juzgó junto a su compañera sentimental, Tiziana Cardarelli, y su primo José Piñeiro por blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas. La Fiscalía solicitó entonces para Oubiña 8 años de prisión y una multa de 13 millones de euros.

Te puede interesar