El alcalde de Santiago ha confesado que la posición que defiende en lo político Compostela Aberta es "casi antitética" a la de Feijóo.
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, ha apostado por "aparcar las diferencias políticas que puedan existir" entre el nuevo Ayuntamiento de Santiago, gobernado por Compostela Aberta, y la Xunta de Galicia, liderada por el popular Alberto Núñez Feijóo. Es más, el nuevo regidor de Santiago aspira a tener una "relación cordial" con Feijóo en beneficio de los vecinos.
"No tengo ninguna duda de que así va a ser, y si no es así lo haremos saber", ha asegurado en una entrevista en Radio Nacional de España (RNE), que recoge Europa Press. "Yo no aspiro a tener una relación de amistad con el presidente de la Xunta, aspiro a tener una relación cordial que permita ponernos de acuerdo en cuestiones importantes para la ciudadanía", ha resuelto.
Con todo, ha confesado que la posición que defiende en lo político Compostela Aberta es "casi antitética" a la de Feijóo. De todos modos, ha dicho ser "capaz de percibir" que "todos", entre los que se incluye, están "dispuestos a aparcar cuestiones partidarias".
En esta misma línea, preguntado por un futuro encuentro con Feijóo, Noriega ha explicado que, cuando este se produzca, le solicitará que, desde la Xunta, haya "voluntad" de "garantizar las herramientas de capitalidad", que, en su opinión, están contempladas "de manera no absolutamente satisfactoria" en los presupuestos autonómicos anuales.
"Incluso hay partidas específicas para Compostela por el hecho de tener que ejercer la capitalidad que no sólo hay que blindar, sino que hay que abrir y hay que garantizar de manera regular", ha relatado.
De hecho, ha resaltado que, si se quiere que Santiago ejerza de capital, "tiene que tener financiación" por las vías que "dependen del Estado" --nombra al Consorcio-- y las que lo hagan de la "Xunta". En este sentido, ha pedido "máxima colaboración" en consellerías en las que tienen "cuestiones pendientes". Por ello, apuesta por una "relación fluida".
OFRENDA AL APÓSTOL
Preguntado por si hay alguna posibilidad de que acuda como delegado regio a la Ofrenda al Apóstol el próximo 25 de julio, el nuevo regidor de Santiago ha recordado que Compostela Aberta fijó una posición al comenzar su mandato con la Ofrenda del Antiguo Reino, a la que no acudió el pasado domingo 14 de junio.
Así, sostiene que esta decisión fue una "posición coherente" con lo recogido en el programa de Compostela Aberta, así como una vocación de reivindicar unas instituciones "laicas", "en base" a la aconfesionalidad recogida en la Constitución española.
En cambio, en relación al día 25 de julio, Noriega ha explicado que no se trata "únicamente" de una "cuestión religiosa": "Entran otros elementos", ha precisado. "Sí que tenemos voluntad de mantener un contacto con la jefatura del Estado y un poco definir cuál va a ser el rol de la institución en base a nuestras convicciones", ha resaltado.
Así, Noriega mantiene contactos con la Jefatura del Estado para la participación institucional del Ayuntamiento de Santiago en la celebración del Día de Galicia. Sin embargo, remarca que la Ofrenda al Apóstol tiene un "carácter religioso evidente". Por ello, cree que existen dos opciones: "Decidir ir con todas las consecuencias o decidir marcar una distancia".
"Andar buscando equilibrios en base a una situación no es coherente con lo que dijimos en el programa ni con lo que reivindican otras sensibilidades", ha zanjado.
"ABSOLUTO RESPETO"
"Si viniera el Rey, como jefe del Estado, a pesar de que a mi me gustaría que el jefe del Estado fuese elegido democráticamente, se le va a tratar con absoluto respeto y siempre en el ámbito institucional", ha asegurado.
A este respecto, ha indicado que la figura del Rey no sólo es importante el día 25 de julio, pues tiene una "relación directa" con el Consorcio, que es "una herramienta de capitalidad". "De ahí el interés que tenemos de establecer una relación", ha zanjado.
Con todo, ha manifestado que, en el momento en que el Rey Felipe relevó a su padre, hubiera preferido que se abriera un "debate democrático" sobre cuál debería ser la fórmula de representación en lo que respecta a la Jefatura del Estado. A pesar de todo, cree que la figura de Felipe VI está "más allegada a los tiempos" que la de su padre en los últimos años, algo que achaca a una cuestión "generacional y cultural".
