Mañana trágica en Vigo.
En apenas un intervalo de dos horas fueron hallados los cuerpos sin vida de otros tantos hombres. El primero de ellos apareció sobre las nueve de la mañana en las aguas del Náutico, donde fue visto por un vigilante que avisó a los servicios de emergencia. El cuerpo fue rescatado ya sin vida poco después por los Bomberos. El segundo caso se producía sobre las once de la mañana en la parroquia de Cabral, donde un joven de 34 años, Antonio Fernández, era encontrado en medio de un gran charco de sangre por un familiar. La Policía Nacional investiga las circunstancias que rodean la muerte de ambos hombres, que tenían amplios antecedentes policiales y que habían sido condenados a penas de prisión por diferentes delitos.
El primer hallazgo macabro tuvo lugar sobre las nueve de la mañana, cuando uno de los vigilantes que hay en la zona del Náutico alertaba de que había visto el cuerpo de un hombre en el agua, justo en la zona de la estatua e Verne y donde hace más de un año cayó un joven que se encontraba haciendo el botellón. Inmediatamente se activaron los servicios de emergencias que enviaron al lugar varias patrullas de la Policía Local y Nacional, así como efectivos de los bomberos y voluntarios de Protección Civil.
HUNDIDO A CUATRO METROS
El cuerpo se hundió casi inmediatamente, por lo que fue necesario la intervención de los buzos de los bomberos, que lo rescataron a unos cuatro metros de profundidad. En el lugar también acudieron efectivos de Salvamento Marítimo, Autoridad Portuaria, Grumir, Guardacostas y del servicio de emergencias del 061.
Las investigaciones llevadas a cabo permitieron determinar que el cuerpo no presentaba ningún signo externo de violencia y que se trataba de un varón de unos 54 años de edad con amplios antecedentes policiales que tenía como última residencia la ciudad de Ourense. Por el momento se desconocen las causas que pudieron originar su caída al agua en esta zona donde, en septiembre del 2011, caía un joven cuando se encontraba haciendo botellón.
El segundo suceso se produjo unas dos horas más tarde en la calle Vista do Mar, en Cabral, donde era descubierto el cuerpo de un joven de unos 34 años en medio de un charco de sangre. Al lugar se trasladaron la Policía Local, la Nacional y la comisión judicial, que durante más de dos horas recogieron muestras en el lugar.
El primer hallazgo macabro tuvo lugar sobre las nueve de la mañana, cuando uno de los vigilantes que hay en la zona del Náutico alertaba de que había visto el cuerpo de un hombre en el agua, justo en la zona de la estatua e Verne y donde hace más de un año cayó un joven que se encontraba haciendo el botellón. Inmediatamente se activaron los servicios de emergencias que enviaron al lugar varias patrullas de la Policía Local y Nacional, así como efectivos de los bomberos y voluntarios de Protección Civil.
HUNDIDO A CUATRO METROS
El cuerpo se hundió casi inmediatamente, por lo que fue necesario la intervención de los buzos de los bomberos, que lo rescataron a unos cuatro metros de profundidad. En el lugar también acudieron efectivos de Salvamento Marítimo, Autoridad Portuaria, Grumir, Guardacostas y del servicio de emergencias del 061.
Las investigaciones llevadas a cabo permitieron determinar que el cuerpo no presentaba ningún signo externo de violencia y que se trataba de un varón de unos 54 años de edad con amplios antecedentes policiales que tenía como última residencia la ciudad de Ourense. Por el momento se desconocen las causas que pudieron originar su caída al agua en esta zona donde, en septiembre del 2011, caía un joven cuando se encontraba haciendo botellón.
El segundo suceso se produjo unas dos horas más tarde en la calle Vista do Mar, en Cabral, donde era descubierto el cuerpo de un joven de unos 34 años en medio de un charco de sangre. Al lugar se trasladaron la Policía Local, la Nacional y la comisión judicial, que durante más de dos horas recogieron muestras en el lugar.
