Orozco afirma que 'Lugo funciona' y el PP lo acusa de 'triunfalista'

El alcalde, el socialista José López Orozco, afirmó esta tarde, en el transcurso del pleno sobre el estado del municipio, que 'Lugo funciona' y que ha conseguido proteger 'desde la izquierda' a las personas que están padeciendo las consecuencias de la crisis, pero el PP calificó su balance como 'triunfalista' y carente del más mínimo 'ápice de autocrítica'.
El regidor local comenzó su intervención haciendo referencia a los gobiernos del Partido Popular, tanto del 'señor Rajoy en España' como del 'señor Feijóo en Galicia', y afirmó que 'la crisis se agravó en todos los parámetros' desde que los populares se hicieron cargo de la gestión en la Xunta de Galicia y en el Gobierno de España.

Orozco se comprometió 'a seguir afrontando la crisis desde la izquierda' y aseguró que 'los que peor lo están pasando no van a quedar abandonados a su suerte', porque 'las necesidades sociales no sufrirán recortes', a pesar de que el Ayuntamiento de Lugo mantendrá 'criterios de austeridad racional'.

También hizo referencia el alcalde a los que hasta hace sólo unas semanas eran socios del PSdeG-PSOE en el bipartito municipal, los nacionalistas del BNG, para subrayar que 'ambos partidos supieron anteponer los intereses de los ciudadanos a la legítima confrontación partidaria' y formaron 'un gobierno estable y sólido', que gestionó de forma 'razonablemente eficaz' el Ayuntamiento.

'Bien es verdad que las cosas cambiaron hace unos días. El BNG, haciendo uso de su libertad, abandonó el gobierno municipal. Teniendo dicho lo anterior, comprenderán que diga que lo siento, aunque espero que las políticas de progreso en las que trabajamos juntos nos lleven a llegar a acuerdos que posibiliten mantenerlas y mejorarlas', añadió.

En la misma línea, mencionó 'las intervenciones del poder judicial en la vida del Ayuntamiento' y, en concreto, su propia imputación en varias causas, 'algunas ya resueltas de forma favorable' y otras 'en trámite', que 'seguro que terminarán de la misma forma'.

Por su parte, el portavoz del BNG, Antón Bao, dijo que las 'líneas generales' del acuerdo de gobierno con los socialistas se fueron materializando durante el primer año del bipartito, bajo la premisa de 'hacer más con menos'.

Sin embargo, recordó que los nacionalistas abandonaron el gobierno de coalición 'por coherencia', como consecuencia de la 'creciente desconfianza social' provocada por 'continuos avatares jurídicos y políticos', como la imputación del propio López Orozco.

De hecho, Bao afirmó que los nacionalistas no están 'en los gobiernos para permanecer aferrados a los cargos'. 'Estuvimos de pie en el gobierno y estaremos de pie en la oposición', añadió, aunque también pidió que 'la justicia sea lo más rápida posible', para 'que se disipen las sombras' que 'enturbian el panorama político'.

El portavoz del grupo municipal del PP, Jaime Castiñeira, censuró que ni socialistas ni nacionalistas hiciesen en sus respectivas intervenciones 'ni un ápice de autocrítica', porque el Ayuntamiento de Lugo vivió en año y medio 'dos situaciones de gobierno' y 'ninguna elegida por las urnas', primero 'con un pacto de hotel' para formar el bipartito y ahora 'con un pacto en la sombra'.

De hecho, dijo que los nacionalistas están deseando que Orozco 'caiga' para tener una disculpa con la que regresar al gobierno, mientras que el alcalde cotiza 'a la baja'.

También criticó el balance 'triunfalista' del gobierno local, porque si bien 'Lugo cambió', no 'siempre para mejor', a pesar de que el Ayuntamiento gastó 'más de 1.200 millones de euros' durante el período de López Orozco en la Alcaldía, con una deuda que es 'más del doble de la que había' cuando llegó al poder.

El pleno sobre el estado del municipio de Lugo iba a celebrarse inicialmente el día 22 de noviembre, pero la sesión extraordinaria fue finalmente aplazada, por coincidir con la fecha en la que López Orozco tuvo que prestar declaración como imputado ante la jueza instructora de la Operación Pokemon.

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