Numerosos residuos no generados en el hogar reciben tratamiento en plantas con vistas a su reaprovechamiento

La otra basura también se recicla

Además de los residuos urbanos que acaban en los cubos de los domicilios particulares, hay otra basura. La generada en comercios, oficinas, hospitales, obras, explotaciones ganaderas, pequeñas fábricas o grandes factorías. El 90% de las piezas de los coches se pueden aprovechar, los escombros de las obras sirven para crear paneles prefabricados que combinan acero con hormigón y los residuos forestales se transforman en energía en las plantas de biomasa.
No hay que trabajar en una central nuclear ni manejar tubos de ensayo en un laboratorio de una multinacional para generar residuos tóxicos. Tirando una pila al cubo de la basura también contribuimos a la destrucción del planeta. La batería de un ordenador, una alcalina del despertador y la pila botón de un reloj son productos tóxicos. Su recogida selectiva puede evitar un grave problema de contaminación; de lo contrario, los materiales bioacumulativos que contienen pueden pasar a la cadena alimenticia a través de las aguas e incorporarse a organismos vivos en caso de que se produzca una filtración en un vertedero. Si entra en contacto con aguas subterráneas, una sola pila de botón puede contaminar más de 600.000 litros de agua. La incineración tampoco es la solución; el mercurio, el cadmio y los otros metales presentes en las baterías contaminan la atmósfera cuando se queman.

El mejor destino en Galicia para las pilas usadas es la planta de Sogarisa, en As Somozas. Allí se transforman en chatarra férrica y sulfato de amonio, que puede emplearse posteriormente como fertilizante agrícola. En este centro de tratamiento no sólo se reciclan pilas. Sus instalaciones, preparadas para tratar una media de 145.000 toneladas anuales, reciben residuos de variada procedencia: sales metálicas, baños alcalinos, aguas residuales, líquidos orgánicos, lixiviados de vertederos, fuorescentes, residuos ácidos, crómicos, nítricos y cianurados.

Basura de 500 empresas

Sogarisa recibe en el Centro de Tratamiento de Residuos Industriales de Galicia (CTRIG) la basura de más de quinientas empresas. Sus instalaciones se han quedado pequeñas y su ampliación será una realidad en cuestión de meses. ’Se construirá una nueva planta de estabilización de residuos, una nave de maduración, un centro de acondicionamiento de residuos, una instalación de recuperación de envases contaminados, una planta de molienda y recuperación de metales, un nuevo depó sito de seguridad y una planta de tratamiento de neumáticos usados’, indica un portavoz de la compañía.

El reciclaje de ruedas usadas es uno de los proyectos de futuro más importantes que maneja el CTRIG. Los neumáticos que hasta ahora se acumulaban en ver tederos del norte de la provincia coruñesa (As Somozas, Laracha y Fene) estrenarán este verano unas nuevas líneas de reciclaje que permitirán reutilizar la mitad de los materiales. No basta con desmantelar los depósitos históricos, Sogarisa triturará más de 40.000 toneladas de ruedas has ta reducirlas a piezas 50 milímetros cúbicos que pueden ser utilizadas con distintas finalidades: material de drenaje, combustible sólido para cementeras, césped artificial, aislamiento acústico o tartán (firme para parques infantiles y pistas de atletismo).

La nave habilitada para la valorización de ruedas usadas se construirá a escasos metros de la que se utiliza actualmente para el tratamiento de los residuos procedentes del ’Prestige’. ’Ya se han depurado más de 30.000 toneladas de las 80.000 almacenadas’, aseguran fuentes de la compañía. Los responsables de la planta se comprometieron a reciclar en dieciocho meses todos los restos de la marea negra, que no es chapapote: el 60% es arena, un 20% agua, un 12% restos plásticos (guantes, cubos, bidones, monos, botas y otros utensilios de limpieza) y sólo el 8% fuel.

Los técnicos de Sogarisa han diseñado un sistema de reciclaje pionero, que ya ha despertado el interés en otros países europeos, para tratar una media de veinte toneladas diarias. Aunque hay lodos que no se pueden tratar, el 90% de la masa negra se puede tratar. Aplicando la tecnología más avanzada separará el fuel para utilizarlo como combustible, dos tipos diferentes de plásticos reutilizables por la industria cementera, arena aprovechable para la construcción y agua. Los trabajos de recuperación terminarán en mayo de 2009.


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