TRAMPEO DE LA XUNTA

Trampa EVA, la esperanza de Ourense en la lucha contra la velutina

photo_camera Trampa EVA, la esperanza de Ourense en la lucha contra la velutina.
La Región acompaña a Gonzalo del Río, capataz de la empresa pública Seaga, en una jornada de colocación de trampas contra velutinas en Ribadavia, corazón de una comarca en la que la avispa asiática encuentra todo lo que necesita para vivir y reproducirse con comodidad. Con el trampeo, novedosa medida de la Xunta para este 2024, y gracias a un innovador cepo se espera combatir a las reinas desde primavera, cuando salen del letargo invernal

Tras un invierno frío y especialmente lluvioso, la primavera llegó a Ourense con unas temperaturas que el fin de semana pasado superaron los 34ºC en concellos de O Ribeiro. El calor que pone en el mapa nacional a esta comarca, sumado a los ríos que la surcan y la riqueza vitivinícola que posee convierten su capital, Ribadavia, en el emplazamiento perfecto para una visitante cada año más presente y a la vez temida: la avispa velutina.

Avispa velutina en un rododendro, donde Gonzalo Del Río, de Seaga, coloca una trampa Lepisan (Foto: Miguel Ángel).
Avispa velutina en un rododendro, donde Gonzalo Del Río, de Seaga, coloca una trampa Lepisan (Foto: Miguel Ángel)

"Tienen calor, hidratos de carbono y azúcares en las uvas, y agua para construir las seis capas de celulosa que tiene cada nido. Los ríos para ellas son como autopistas para nosotros, los siguen", explica Gonzalo del Río, capataz de la empresa pública Seaga y del equipo de Control Velutina de la Xunta de Galicia, a quien acompañamos el pasado lunes en la colocación de trampas -iniciada el 8 de abril- coincidiendo con la salida de las reinas de su letargo. La ola de calor de hace unos días precipitó el despertar de las velutinas, que salieron con las pilas cargadas para emplearse en la construcción de nidos primarios, donde gestará los huevos que más tarde se convertirán en sus zánganos.

Colocación de trampas

Del Río, con una amplísima formación ambiental, apuesta por la colocación de dos trampas en una camelia y un rododendro en flor. Es precisamente en este colorido arbusto donde observa ya a cuatro reinas recogiendo ansiosas el polen de sus flores. "Es raro que haya tantas juntas porque son muy territoriales, se van a acabar matando entre ellas", explica, muy sorprendido por la situación. "En esta zona hay ya mínimo tres nidos, uno seguro que está en el borde metálico de esa iglesia [la de Santo Domingo, en Ribadavia]: con el calor, la celulosa del nido se adhiere muy bien", razona el capataz.

De izquierda a derecha, trampa EVA, Lepisan y Avispa Clac (Foto: Miguel Ángel).
De izquierda a derecha, trampa EVA, Lepisan y Avispa Clac (Foto: Miguel Ángel)

En el rododendro coloca una trampa Avispa Clac, un cepo cuyo diseño, explica, "facilita la entrada de otros insectos, que quedan atrapados y salir les resulta casi imposible. Probablemente sean devorados por las velutinas". Por su parte, la trampa EVA  que instala en la camelia cuenta con la aprobación de este experto, a la espera de la evolución del dispositivo: "Su diseño es el mejor que he visto hasta ahora porque tiene unas rampas que permiten salir a pequeños insectos, pero no a las reinas".

Proyecto piloto

El mejunje para atraer a las invasoras es el mismo en las dos trampas (levadura, azúcar y, sobre todo, zumo de manzana), pero las EVA contienen unas bolas de arcilla que cumplen dos cometidos: controlar la evaporación del líquido y servir de flotador a los indefensos bichos que entran atraídos por el líquido hasta alcanzar las rampas que les permita escapar de una muerte casi segura, bien ahogados bien devorados por las velutinas. Este modelo forma de un proyecto piloto de la Xunta y la Universidad de Vigo que busca encontrar el sistema ideal para acabar con el mayor número de avispas invasoras sin dañar a la fauna autóctona. Por este motivo, en el paisaje gallego de este verano convivirán ambas trampas.

Gonzalo Del Río, capataz de Seaga, coloca trampas para velutinas en Ribadavia (Foto: Miguel Ángel).
El capataz de Seaga prepara la trampa EVA (Foto: Miguel Ángel)

Una vez colocadas, a cada dispositivo se le asigna un código, que se introduce en una aplicación que su geolocalización. "Aquí se almacenan los datos de ubicación, fecha de colocación y de revisión, número de reinas retiradas, y el responsable, sea o no de Seaga, debe indicar también qué otros insectos han caído en la trampa", indica Gonzalo del Río mientras realiza el proceso. Este trampeo planificado es una de las nuevas medidas implementadas por el Gobierno autonómico este año, además de adelantar la retirada de nidos primarios y reforzar la investigación y formación contra este insecto, y en su colocación participan personal de Seaga, trabajadores del Servizo de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais y miembros de Protección Civil, buscando también la coordinación con los concellos. 

 

Aunque por el momento el control se realizará cada 8 o 9 días, cuando el calor apriete y las avispas empiecen a construir los gigantescos nidos secundarios, la rutina será de entre cuatro y cinco jornadas entre visitas. "Cuando venimos a cambiar las trampas tenemos que coger a las reinas. Ahí dentro están muy estresadas y habitualmente ya se han matado entre ellas, pero hay que acabar con las que consiguen sobrevivir. Las llevamos para el cuenteo en un bote, donde acabarán muriendo asfixiadas, no hay otra forma de matarlas: la creatinina que rodea su cuerpo es muy dura", detalla.

Gonzalo Del Río, capataz de Seaga, coloca trampas para velutinas en Ribadavia (Foto: Miguel Ángel).
Gonzalo Del Río, capataz de Seaga, coloca trampas para velutinas en Ribadavia (Foto: Miguel Ángel)

"Solo en esta zona [inmediaciones de la iglesia de Santo Domingo], se retiraron el año pasado 37 nidos, lo que no quiere decir que no hubiese más, yo calculo que debieron ser el triple", cuenta Gonzalo, que procederá a colocar 15 trampas en este pequeño perímetro, de las 5.200 que, calculan, repartirán estratégicamente por toda la provincia en función de la retirada el año pasado de nidos secundarios que pueden llegar a albergar hasta 15.000 avispas. 

Sin amenazas

El trampeo que se está llevando a cabo es clave para conseguir que no se repita el 2023, que batió todos los récords de población de avispa asiática en Galicia, con el doble de avisos al 112 y 012 (número directo para estas alertas) en las provincias de Ourense y Lugo con respecto a 2022. La importancia de esta acción radica en que la velutina no tiene depredadores naturales y esto le permite campar a sus anchas por todo el territorio gallego.

Gonzalo Del Río, capataz de Seaga, coloca trampas para velutinas en Ribadavia (Foto: Miguel Ángel).
Tras colocar la trampa EVA en una camelia toca geolocalizarla para su control y seguimiento (Foto: Miguel Ángel)

"El halcón abejero, que tiene una uña diseñada para coger a la presa en el suelo, ayuda, pero solo está en Galicia una época del año, después migra a África. El teixugo debería estar protegido: era un depredador clave porque los nidos primarios [enterrados en el suelo] le encantan, pero pocos ejemplares quedan después de haberlos atropello en las carreteras. Y el jabalí nos lo comemos", lamenta.

Gonzalo del Río cree que gracias a este trampeo se notará una caída de la población de avispa asiática, aunque no visualiza su completa erradicación en Galicia. "Habría que acabar con ellas cuando están en letargo, pero no se ven porque están enterradas", cuenta con cierto aire de impotencia. Del Río, que tiene experiencia en parques nacionales, como el de las Islas Cíes, y también en México, El Salvador o en Honduras, cumple su quinto año luchando contra la velutina desde Seaga. "He estado con toda clase de bichos y casi prefiero un cocodrilo, porque lo veo. Lo de las velutinas es de locos".


 

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