El móvil económico continúa siendo la hipótesis principal entre los investigadores del asesinato de la menor en Santiago

Los padres de Asunta habían dejado de pagar recibos de luz y comunidad

Rosario Porto, rodeada de agentes, saliendo del domicilio tras el registro. (Foto: VICENTE PERNÍA)
El periodista Alfonso Basterra, padre de la niña hallada muerta en una pista forestal de un municipio próximo a Santiago, pasará hoy a disposición del juez, después de que lo haga la madre de la menor, la abogada Rosario Porto, y con la hipótesis económica entre las que siguen cobrando más fuerza como móvil del crimen. La comitiva judicial inspeccionó ayer los pisos en los que residían ambos desde su separación, situados en la zona del Ensanche compostelano a escasa distancia, y este examen fue tenso puesto que vecinos congregados en las inmediaciones les esperaban al grito 'asesinos, asesinos, asesinos'.
Entre ellos, una persona, Rosario Villaronga Porto, que se identificó como prima del padre de Rosario Porto, y por tanto prima segunda de ésta, sostuvo que la familia piensa que tras este suceso hay un móvil económico. Rosario Porto y Alfonso Basterra están detenidos e imputados por la presunta comisión de un delito de homicidio. El cadáver de Asunta Yong Fang Basterra Porto, de origen chino y a la que adoptaron cuando apenas tenía un año de edad, fue localizado por dos viandantes en la madrugada del pasado domingo.

Fuentes de la investigación explicaron que se mantiene como hipótesis de peso el móvil económico, puesto que han llamado la atención los problemas de liquidez de Porto y Basterra, hasta el punto de dejar facturas de luz o recibos de comunidad impagados. También el hecho de que la víctima, la pequeña, fuese beneficiada económicamente por sus abuelos maternos, fallecidos en un intervalo de apenas siete meses.

El 11 de diciembre de 2011 murió María del Socorro Ortega Romero, que había sido profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Santiago, y este óbito causó consternación en la capital gallega por su carácter repentino. El 26 de julio del año siguiente murió su marido, el abogado Francisco Porto Mella, a los 88 años, una doble pérdida que por su proximidad en el tiempo suscitó convulsión en una ciudad pequeña, Compostela, en la que este matrimonio era muy conocido y querido. Ambos fueron incinerados en la intimidad familiar, al igual que Asunta, quien pudo haber sufrido por parte de su madre un 'episodio de agresión' antes del verano, según la investigación.


LLAMADA A LA CALMA

El fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, confesó ayer asistir consternado a la causa abierta por esta muerte violenta y apuntó la necesidad de 'establecer con claridad, con nitidez, una autoría'. Así, dijo que nunca conviene precipitarse en los acontecimientos, la investigación policial está en marcha, 'bajo control judicial se están realizando todas las actuaciones', y habrá que celebrar posteriormente un juicio en el que se 'deberá condenar al culpable o culpables'.

'Sería precipitado pronunciarse sobre aspectos que en estos momentos no están claros. Una vez se pueda llegar a conclusiones ciertas, la justicia empezará toda esa labor, con fundamento', apostilló.

Rosario Porto fue hasta 2006 cónsul de Francia en Santiago, cargo que heredó de su padre, y según fuentes próximas a la familia hace tiempo que dejó de ejercer como abogada y cerró su bufete en la capital gallega. No se le conocía a Rosario actividad profesional concreta, según fuentes del caso, pero viajaba con frecuencia a Marruecos en labores comerciales y mantiene una amistad, sobre la que se está indagando, con un ciudadano de ese país asentado en Compostela que se enfrenta a un juicio por explotación de inmigrantes.

Una casa con finca ubicada en Montouto, en el Ayuntamiento de Teo, en la que han pasado largas estadías los padres de Rosario Porto y que se encuentra muy cerca del lugar en el que se localizó el cuerpo de Asunta, aportó un dato clave: una cuerda igual a la que se encontró al lado del cuerpo sin vida de la niña.

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