El Gobierno ha pospuesto sin fecha la implantación en 16 concellos de la zona suroriental de la provincia de Ourense

La penumbra digital retrasa el apagón analógico

La falta de adaptación de los repetidores ha obligado a aplazar el cese de las emisiones analógicas de televisión en el este de la provincia de Ourense y Santiago, cuya desconexión debería haberse completado hace semanas. Más de cuatrocientas mil personas tenían que haber vivido el apagón analógico, pero siguen a la espera de que se modifiquen los subrepetidores que transmiten la señal desde las estaciones principales. El Gobierno central pasa la pelota a la Xunta, que acusa al bipartito de gestionar mal la transición hacia la televisión del futuro.
El municipio lucense de A Fonsagrada se convirtió, el 5 de abril de 2008, en el primer municipio de España que bajó el interruptor y cambió la deficiente señal analógica por una televisión digital terrestre con calidad de imagen impensable en esta zona. Los vecinos, que hasta aquel momento sólo recibían con dificultades la señal de las cadenas públicas, se familiarizaron en cuestión de días con los mandos a distancia y los decodificadores para hacer zapping por los 26 canales que ofrece la TDT.

Esa es la única televisión que reciben desde hace quince meses en este municipio de la montaña lucense elegido para una experiencia piloto que le situó como el primero de España en el que se realizó la transición.

‘Fue un verdadero desafío tecnológico porque A Fonsagrada es el concello más extenso de Galicia, con casi cinco mil habitantes repartidos en 280 núcleos de población que en muchos casos no llegan a los 50 habitantes’, explica Argelio Fernández, alcalde. ‘Hay zonas situadas a mil metros de altitud y otras a doscientos metros. La señal de televisión en esas zonas más bajas era especialmente deficitaria; sólo se recibía la Primera, La 2 y Televisión de Galicia con muchas dificultades’.

La elección de A Fonsagrada para el plan piloto non era casual. Los ingenieros de teleco municaciones y los responsables de Retegal lo consideraban un municipio idóneo desde el punto de vista poblacional y orográfico; por sus condicionantes técnicas, la iniciativa es extrapolable a la mayor parte del territorio gallego. Este proyecto permitió, además de identificar dificultades en el despliegue de la red, comprobar la adaptación de los usuarios a la nueva tecnología.

Los resultados de esa primera experiencia fueron satisfactorios y las pegas escasas, pero quedaba mucho camino por recorrer hasta que el apagón analógico se extendiese a toda la geografía gallega. La transición hacia la televisión digital debería continuar por el este de la provincia de Ourense según el programa del cese de las emisiones analógicas, que definía seis proyectos de apagón en varias zonas diferenciadas.

La primera gran área que se debería quedar sin señal analógica era la suroriental de Galicia; son 16 municipios, con una población superior a los 44 mil habitantes, cuya digitalización estaba prevista para finales del año pasado: O Bolo, Castrelo de Val, Cualedro, A Gudiña, Larouco, Laza, Manzaneda, A Mezquita, Monterrei, Oímbra, Riós, A Veiga, Verín, Viana do Bolo, Vilardevós y Vilariño de Conso.

El anunciado apagón no llegó con el año nuevo y el Ministerio de Industria decidió aplazarlo hasta el 30 de junio, fecha en la que también estaba programada la desconexión en las 43 localidades dependientes del repetidor de Santiago. Los planes del Gobierno central tampoco se cumplieron y en el mes de mayo volvía a posponer sine díe la implantación de la TDT, alegando que la falta de adaptación de los repetidores de la señal impedía el despliegue digital.

Seguir en penumbra Los 383.314 telespectadores del área de Santiago (que se extiende desde los concellos del centro de la provincia de A Coruña hasta Fisterra y parte de Barbanza) y los 44.184 del Este de Ourense siguen en la penumbra digital, sin fecha fijada para el esperado apagón analógico. El Ministerio de Industria asegura que los receptores principales, dependientes de la Administración Central, disponen de la tecnología necesaria para la digitalización, que está pendiente de la adaptación de los subrepetidores dependientes de la Xunta y los concellosque trasmiten la señal a zonas más alejadas.

Los alcaldes, especialmente los de los municipios más pequeños, dicen que non pueden asumir los costes y el ejecutivo autonómico atribuye el retraso a la mala gestión de bipartito. ‘Cando tomamos posesión do goberno e nos aproximamos á realidade da TDT atopámonos coa sorpresa de que o executivo anterior non tiña reservados eses fondos propios que condicionaban a utilización do crédito aportado polo Ministerio na primeira fase’, explicaba Alfonso Cabaleiro, secretario xeral de Medios, en su primera comparecencia parlamentaria. ‘Pero a nosa sorpresa non quedaba aí. O convenio prevía para a segunda fase II (antes do 31 de decembro) e a terceira (antes do 3 de abril) un investimento de 8.783.100 euros que, ao igual que na primeira fase, a Xunta de Galicia tiña que cofinanciar nun 50% con fondos propios, dos que non se proveeron na elaboración dos orzamentos para o ano 2009’.

El presidente de Impulsa TDT, asociación para la implantación y desarrollo de la televisión digital terrestre, asegura que el retraso no es exclusivo de Galicia y lo desvincula de cualquier problema político. ‘Hay que extender la cobertura y llevarla a condiciones similares a la que hoy hay en analógico y ahora no se dan estas circunstancias’, indica Eloy Gutiérrez, quien espera que el apagón llegue a Santiago y Ourense Este antes de fin de año.

Pendientes de adaptar los repetidores de Ares y Meda

La consolidación del cambio histórico más importante en la historia de la televisión depende del cumplimiento de dos requisitos mínimos: una cobertura digital que iguale la preexistente y alcanzar unos niveles mínimos de población con acceso a los canales. Los responsables de la implantación y desarrollo de la TDT aseguran que no hay motivo para la alarma aunque se hayan registrado retrasos en algunas zonas. No se atreven a fijar plazos, pero confían en extender la cobertura en condiciones similares a las que existen en la actualidad en analógico. Los proyectos Ares, (que incluye 45 concellos del norte de la provincia de A Coruña y uno de Lugo, Muras), y Meda (que afecta al sur de Lugo, norte de Ourense y el oeste de León) deberían realizarse con el cambio de año.

Los últimos repetidores en los que se bajará el interruptor analógico serán los de Domaio (56 concellos de la provincia de Pontevedra y algunos del Barbanza) y Páramo (zona centro de Lugo y A Mariña). Los vecinos de estas áreas podrán esperar hasta la última fase, 3 de abril de 2010, para incorporar el decodificador y abandonar la televisión analógica.


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