El dueño del perro, que fue localizado al cabo en su domicilio, alegó que la sangre era suya y que se había derramado porque su mascota le había mordido.
Un particular llamó a la Policía tras presenciar cómo R.D.C. maltrataba a un perro de unos 3 o 4 kilos.
Una vez en el lugar donde supuestamente se produjo la agresión, en la calle Brasil, los agentes vieron que había restos de sangre en la acera.
El dueño del perro, que fue localizado al cabo en su domicilio, alegó que la sangre era suya y que se había derramado porque su mascota le había mordido.
Respecto a la agresión al animal, dijo que lo había reñido y le había dado alguna palmada.
Los agentes comprobaron que el perro presentaba un derrame en el ojo izquierdo y dos cortes en el hocico, por lo que procedieron a instruir diligencias contra su propietario por un presunto delito de maltrato animal.
