Agentes de la Policía Nacional evitaron que un niño de tres años muriese atragantado en el interior de un coche en el que estaba comiendo cereales. Ocurrió en Vigo, el pasado 28 de abril, como informa este martes 9 de mayo la Policía.
El vehículo se encontraba aparcado en la confluencia de las calles Arenal y Pontevedra, en pleno centro de la ciudad olívica. Allí, unos agentes se encontraron con la conductora junto al coche, estacionado en la calzada. La mujer gritaba muy alterada y solicitaba ayuda porque su hijo se estaba ahogando.
Los agentes vieron al niño en la parte trasera del turismo, enrojecido y con dificultades para respirar, e inmediatamente lo colocaron boca abajo, golpeándole en la espalda para liberar las vías respiratorias y que expulsase los restos de comida que le impedían respirar y estaban poniendo en riesgo su vida.
Tras unos segundos angustiosos, los agentes provocaron que el niño tosiese con fuerza, y expulsase los restos de cereales que le estaban obstruyendo la garganta, consiguiendo así que comenzase a respirar con facilidad.
La madre del menor, una vez que el niño se había recuperado gracias a la rápida actuación, narró lo sucedido a los agentes, que dieron aviso a los servicios sanitarios para que comprobasen el estado de salud del niño.
