La carta de un agente atrapado en el incendio de Chandebrito: "Compañeros llamaron a sus familias para despedirse"

Zonas siniestradas de los montes gallegos, en la aldea de Chandebrito en Nigrán
photo_camera Zonas siniestradas de los montes gallegos, en la aldea de Chandebrito en Nigrán

En una carta un agente narra el horror que vivieron ayudando a sofocar las llamas y admite que "algunos desenfundaron sus armas reglamentarias para morir sin sufrir"

Un agente describe las penurias que sufrieron durante más de tres horas en un fuego y admite que que "algunos compañeros desenfundaron sus armas para morir sin sufrir".

La carta:

"Reflexión a día pasado. Ayer mientras estaba de vacaciones disfrutando de mis hijas, nos convocan del trabajo porque los compañeros están sobrepasados por los incendios.

 

En menos de 5 min me pongo en marcha. Nada mas estar disponibles nos mandan a una zona lejana a la ciudad y en demarcación de la Guardia Civil. Alli hacemos lo que podemos con los medios disponibles. Pero de repente nos mandan a otro sitio donde la cosa es crítica. Pues resumiendo: después de mas de dos horas desalojando casas, sacando gente con los zetas, peleandonos con la gente que no queria dejar su domicilio (llegando a encerrarse y a esconderse dentro), la cosa se pone muy muy jodida y estamos a punto de ser rodeados por varios frentes de fuego con llamas de mas de 20 metros de altura.

 

3 dotaciones van delante para comprobar que la unica salida que, sospechamos, puede ser viable esté en condiciones. A mitad de camino nos dicen que tiremos cagando hostias que la cosa esta muy fea. Cuando llevamos un kilometro recorrido un golpe de fuego nos envuelve y nos obliga a retroceder mientras los 3 coches que van delante casi no salen. Volvemos al punto de partida. Fuego por todos lados y humo que no nos deja ver a mas de un metro delante nuestra.

 

Solicitamos urgentemente y de forma desesperada que nos saquen de alli y los bomberos no pueden (si intentan acceder a nuestro punto fijo que caian). Tras mas de 3 horas encerraos y aguantando como podemos conseguimos salir. Resultado: muchisima gente desalojada y salvada de aquel infierno, casas salvadas, zetas con partes derretidas, etc, etc..... y, desgraciadamente, 2 muertos. Pues bien, despertarte hoy viendo que un familiar de la fallecida nos echa la culpa diciendo que nosotros la echamos al fuego nos deja un poco hechos polvo.

 

Todos los que alli estuvimos tenemos la conciencia muy tranquila. Hicimos lo que pudimos, poniendo en riesgo nuestras vidas por salvar la de ellos. Inclusive hubo compañeros que llamaron a su familia para despedirse o desenfundaron la reglamentaria por si se avecinaba el desastre morir sin sufrir (para que os hagais una idea de los momentos que alli vivimos). Solo me queda dar el pesame a la familia de las personas fallecidas y pedirles perdon por no poder hacer nada mas. Tengo mal cuerpo pero fue imposible hacer mas. Lo siento por el tocho pero a veces uno necesita desahogarse . Muchas gracias a todos los compañeros que estuvimos alli y sobre todo a dos de nuestros jefes que estuvieron con nosotros en primera linea y dandonos animos. FUERZA Y HONOR!!!!!"

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