La enfermedad de sus padres pudo ser el detonante de la decisión de encerrar a su mujer, su hijo y al jefe de ésta

Un pontevedrés armado retuvo en su casa a tres personas durante 9 horas

Vivienda en la que tuvo lugar la retención de la mujer y el hijo, así como el jefe de la primera. Foto: Vicente Periña
El hombre armado que, desde primera hora de la mañana de ayer retenía en el domicilio familiar a su mujer y al hijo de ambos, así como al jefe de ella, en el lugar de Freixeiro, en Pontevedra, fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra después de que se entregara poco antes de las siete de la tarde y fuese detenido por los agentes que formaban parte del amplio operativo desplegado en la zona. Agustín V.R., de 41 años, está acusado de un presunto delito de detención ilegal y pasará a disposición policial próximamente.
Durante las nueve horas que duró el suceso, desde aproximadamente las 9.40 horas hasta pasadas las 18.30 horas, cuando la Brigada de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial levantó el extenso perímetro de seguridad y vigilancia en torno a la casa donde se produjo el incidente, vecinos de la familia de Agustín V.R. y de Susana V., así como parientes de la mujer, se mantuvieron expectantes en los alrededores. El incidente atrajo la atención durante toda la jornada de numerosos medios de comunicación.

Los más preocupados y afectados por la situación eran la esposa del jefe de la empresa de electrodomésticos donde trabaja Susana V., y el hermano de ésta. Ambos fueron los primeros en acceder a la vivienda una vez que, sobre las 17.10 horas, Agustín V.R. se entregó de manera voluntaria. Precisamente, el primero en abandonar la casa fue el jefe de la mujer retenida, Manuel Bugallo, quien sobre las 17.15 horas salió escoltado por los agentes en el asiento delantero de un vehículo. Él mismo saludó gestualmente a su cónyuge desde el interior para visibilizar su buen estado de salud.

Pesadilla
En ese momento, su esposa expresaba su satisfacción por el desenlace, sin daños personales, de lo que calificó como una 'pesadilla'. La propia mujer señaló que, antes de que su marido decidiese acceder a la casa para intentar que Agustín V.R. depusiera su actitud, el matrimonio -junto con una nieta de ambos de corta edad- tenía previsto visitar a la familia, con lo que 'ahora estaríamos los tres ahí metidos'.

Mecánico de profesión y propietario de un taller en el centro de Pontevedra, Agustín V.R. es aficionado a la caza, por lo que en el momento de atrincherarse en su domicilio con su hijo, su esposa y el jefe de ésta, disponía de al menos seis armas de las que era titular y de las que tenía permiso para su posesión: una carabina, un rifle y cuatro escopetas, según fuentes policiales.

Susana V. lleva trabajando en la empresa de Manuel Bugallo desde siempre, según la mujer del propietario, quien destacó la normalidad de la pareja y atribuyó los hechos a una 'acumulación de problemas que desbordaron' a Agustín V.R. Otros vecinos lo achacaron a que el hombre estaba 'muy preocupado' por los problemas de salud de los padres de éste. Algunos familiares de su mujer descartaron que el incidente estuviese motivado por dificultades económicas.

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