Representantes de la fundación Preescolar na Casa presentaron en el registro del edificio administrativo de la Xunta en Lugo un total de 22.293 firmas a favor de este programa y, al mismo tiempo, expresar su preocupación por la decisión de la consellería de Educación de disminuir el apoyo que venía prestando.
En la entrega de firmas contó con el apoyo de varios padres que desean la continuidad de este servicio que nació en 1977 en el seno de Cáritas de Galicia con la pretensión de dar respuesta a las necesidades y carencias de la educación preescolar en el medio rural.
Se trata de una acción educativa que en la que han participado miles de familias y que con el paso del tiempo fue evolucionando, pero siempre desde la perspectiva de hacer llegar a los padres una serie de acciones que les permitan atender debidamente las necesidades educativas de sus hijos.
Ahora la continuidad del programa peligra, por la decisión de la consellería de Educación de disminuir el apoyo que venía prestando al programa desde su comienzo, al haber reducido en 4 el número de funcionarios y retirando el apoyo económico al programa.
Desde la fundación, tal y como se explicita en un comunicado, demandan que el camino iniciado hace 31 años tenga continuidad hacia un programa que impulsa acciones educativas realizadas por las familias con niños de 0 a 4 años del medio rural gallego en su propia casa.
El presidente de la Fundación, Alejandro Fernández Pumariño, lamentó la decisión de Educación de reducir el número de profesores que trabajan en comisión de servicio en el programa e hizo hincapié en el reconocimiento que tiene a nivel nacional e internacional, como la forma más eficaz de implicar a los padres en el proceso educativo de los niños.
Por su parte la presidenta del comité de empresa, María José Blanco también demandó una mejora de las condiciones laborales y recordó que trabajan en la actualidad con 741 grupos que se reúnen cada 15 días con la participación de 4.481 padres y que a servicio a 4.618 niños de toda Galicia.
Se trata de una acción educativa que en la que han participado miles de familias y que con el paso del tiempo fue evolucionando, pero siempre desde la perspectiva de hacer llegar a los padres una serie de acciones que les permitan atender debidamente las necesidades educativas de sus hijos.
Ahora la continuidad del programa peligra, por la decisión de la consellería de Educación de disminuir el apoyo que venía prestando al programa desde su comienzo, al haber reducido en 4 el número de funcionarios y retirando el apoyo económico al programa.
Desde la fundación, tal y como se explicita en un comunicado, demandan que el camino iniciado hace 31 años tenga continuidad hacia un programa que impulsa acciones educativas realizadas por las familias con niños de 0 a 4 años del medio rural gallego en su propia casa.
El presidente de la Fundación, Alejandro Fernández Pumariño, lamentó la decisión de Educación de reducir el número de profesores que trabajan en comisión de servicio en el programa e hizo hincapié en el reconocimiento que tiene a nivel nacional e internacional, como la forma más eficaz de implicar a los padres en el proceso educativo de los niños.
Por su parte la presidenta del comité de empresa, María José Blanco también demandó una mejora de las condiciones laborales y recordó que trabajan en la actualidad con 741 grupos que se reúnen cada 15 días con la participación de 4.481 padres y que a servicio a 4.618 niños de toda Galicia.
