GALICIA

Quinteiro desoye a Villares y rechaza presentar la dimisión

La diputada Paula Quinteiro, durante el reciente pleno del Parlamento gallego.
photo_camera La diputada Paula Quinteiro, durante el reciente pleno del Parlamento gallego.

El portavoz de En Marea plantea convocar una votación de inscritos sobre la marcha de la diputada

 

La diputada de En Marea Paula Quinteiro, protagonizó ayer de nuevo la reunión del grupo parlamentario, que se volivió a reunir por la mañana después de que el portavoz, Luís Villares, reclamase su dimisión y que ella, por el momento, desestimó. La parlamentaria se vio envuelta en un altercado con la Policía en Santiago de Compostela en la madrugada del 18 de marzo, cuando llegó a esgrimir su identificación de diputada, lo que constituye, para Villares, "un uso indebido" de su condición como cargo público.
Villares compareció ante los medios tras casi dos semanas de silencio desde que saltó a la luz el caso de la diputada -inscrita de Podemos y afín a la corriente Anticapitalistas-, pese a la crisis interna que ha abierto un cisma entre el órgano político de En Marea (el Consello das Mareas) y el grupo parlamentario, en el que, a su vez, también existen diferentes posturas sobre la asunción de responsabilidades de Quinteiro.

El magistrado en excedencia remarcó que su petición es una "opinión personal" que desliga de su papel como portavoz del grupo parlamentario. De este modo, argumentó que debe ser Quinteiro quien asuma "las responsabilidades" de los hechos en los que se vio envuelta y que, según Villares, suponen "un uso indebido de su condición de parlamentaria en un ámbito privado", lo que va en contra de "los valores" de la formación rupturista.


Emplazamiento


Así las cosas, luego de que el pasado lunes, tras una reunión de más de ocho horas, el grupo parlamentario desoyese la petición de renuncia efectuada por el Consello das Mareas tres días antes, Villares situase la pelota en el tejado de Paula Quinteiro, a la que emplazó a pronunciarse públicamente sobre su continuidad en el Pazo do Hórreo en un plazo de una semana.

Luego de días de silencio, el magistrado en excedencia se posicionó del lado de los órganos políticos de En Marea (coordinadora y Consello das Mareas) y en contra de la postura mayoritaria del grupo parlamentario. Para Villares, en el grupo parlamentario se tomaron decisiones basadas en los "afectos personales", mientras que él mismo se abstuvo en la votación que aprobó un documento en el que los diputados cuestionaban la validez del dictamen del Consello das Mareas.
De este modo, ya que el acta parlamentaria es personal, deberá ser Quinteiro quien decida si abandona su escaño. En caso de que la militante de Podemos opte por no abandonar su escaño, Villares abrió la puerta a la convocatoria de una consulta telemática entre los inscritos de la fuerza rupturista sobre si la diputada debe abandonar el Parlamento o mantener su acta.

Al término de la comparecencia en la que el portavoz explicitó su posición sobre el conflicto, el Grupo Parlamentario de En Marea (compuesto por siete miembros de Podemos, dos de Anova, dos de EU, uno de Cerna y dos independientes) ha mantenido una reunión de aproximadamente una hora en la que Villares trasladó a sus compañeros lo expuesto ante los medios.  


El atestado policial, en el juzgado


La Policía Nacional abrió diligencias sobre el incidente en el que, en la madrugada del domingo 18 de marzo, se vio envuelta la diputada de En Marea Paula Quinteiro, en el marco de un control nocturno en Santiago tras una denuncia vecinal por vandalismo, y el atestado con toda la documentación recopilada sobre el caso ha sido remitido al juzgado. Según el informe que la Policía Local realizó esa noche, Quinteiro formaba parte de un grupo de jóvenes que sobre las 1,20 horas de la madrugada fue interceptado por agentes después de que un vecino denunciase la rotura de varios espejos retrovisores de los coches estacionados en una calle cercana.

En el marco de este control, se produjo una disputa en la que se vio envuelta Quinteiro, quien llegó a esgrimir su condición de parlamentaria para, según la versión policial, "dificultar" la identificación de uno de los jóvenes que le acompañaban. Ella rechaza esta visión y ha defendido que trató de mediar para calmar la situación. 

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