La reforma laboral impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy abre la puerta a que los parados que estén cobrando una prestación por desempleo realicen trabajos en beneficio de la sociedad.
Esta posibilidad ha suscitado el rechazo de los partidos de la oposición lo que obliga al PP a defenderla en solitario. El diputado ourensano Guillermo Collarte asegura que las especiales circunstancias económicas que atraviesa el país obligan a que todos los ciudadanos pongan algo de su parte y defiende que los parados pueden contribuir con trabajos en beneficio de la sociedad. 'Es una medida que en otros países es una práctica común, que sirve para reforzar la empleabilidad de los desempleados y que se entiende como una oportunidad de actividad y capacitación' argumenta Collarte. Añade que está pensada para los parados que no realicen cursos de formación y que se quiere articular con convenios con ayuntamientos, autonomías y otras entidades.
Por su parte, la diputada socialista Laura Seara se muestra totalmente en contra y cree que se trata de una forma de 'criminzalización del propio parado'. Asegura que se trata de una vieja estrategia liberal y rechaza su aplicación. 'El parado necesita trabajo y para obtener trabajo puede necesitar más formación. Pero nunca realizar trabajos en beneficio de la comunidad, que ha sido siempre una herramienta de inserción social'. Añade que la persona en situación de desempleo se ve privada de una tiempo que podría dedicar a la búsqueda activa de un empleo. Concluye señalando que es una medida de voluntariado obligatorio 'sería como equiparar a los parados con las personas que cumplen penas alternativas al ingreso en prisión'.
Desde las filas del BNG la diputada Olaia Fernández Davila también rechaza este aspecto de la reforma laboral y afirma que los parados que reciben una prestación contributiva lo hacen porque han obtenido ese derecho con su trabajo durante meses. Asegura que mientras reciben esa prestación no deben hacer otro tipo de tareas porque es incompatible con la prestación por desempleo, y expone que, en todo caso, podría hacerse una excepción con alguna administración que quiera complementar la prestación del desempleado con un pequeño trabajo, pero 'siempre será remunerado'.
En cuanto a la posibilidad de que el trabajador pierda oportunidades de buscar empleo Guillermo Collarte cree que no existe ese riesgo porque 'la única restricción que ha anunciado la ministra Fátima Bañez es que realizarán trabajos sociales quienes no estén incluidos en cursos de formación'. En cuanto a las dudas generadas respecto a la posible sustitución de empleados por parados 'el programa se va a utilizar con la seriedad y el rigor que merecen las medidas'. Laura Seara opina lo contrario y cree que se pretende sustituir una conquista como la Ley de Dependencia por el antiguo modelo de beneficencia y voluntariado. Finalmente, Olaia Fernández se muestra muy pesimista sobre la aplicación de la Ley y cree que se utilizará para eliminar puestos de trabajo fijo y cambiarlos por voluntarios.
Por su parte, la diputada socialista Laura Seara se muestra totalmente en contra y cree que se trata de una forma de 'criminzalización del propio parado'. Asegura que se trata de una vieja estrategia liberal y rechaza su aplicación. 'El parado necesita trabajo y para obtener trabajo puede necesitar más formación. Pero nunca realizar trabajos en beneficio de la comunidad, que ha sido siempre una herramienta de inserción social'. Añade que la persona en situación de desempleo se ve privada de una tiempo que podría dedicar a la búsqueda activa de un empleo. Concluye señalando que es una medida de voluntariado obligatorio 'sería como equiparar a los parados con las personas que cumplen penas alternativas al ingreso en prisión'.
Desde las filas del BNG la diputada Olaia Fernández Davila también rechaza este aspecto de la reforma laboral y afirma que los parados que reciben una prestación contributiva lo hacen porque han obtenido ese derecho con su trabajo durante meses. Asegura que mientras reciben esa prestación no deben hacer otro tipo de tareas porque es incompatible con la prestación por desempleo, y expone que, en todo caso, podría hacerse una excepción con alguna administración que quiera complementar la prestación del desempleado con un pequeño trabajo, pero 'siempre será remunerado'.
En cuanto a la posibilidad de que el trabajador pierda oportunidades de buscar empleo Guillermo Collarte cree que no existe ese riesgo porque 'la única restricción que ha anunciado la ministra Fátima Bañez es que realizarán trabajos sociales quienes no estén incluidos en cursos de formación'. En cuanto a las dudas generadas respecto a la posible sustitución de empleados por parados 'el programa se va a utilizar con la seriedad y el rigor que merecen las medidas'. Laura Seara opina lo contrario y cree que se pretende sustituir una conquista como la Ley de Dependencia por el antiguo modelo de beneficencia y voluntariado. Finalmente, Olaia Fernández se muestra muy pesimista sobre la aplicación de la Ley y cree que se utilizará para eliminar puestos de trabajo fijo y cambiarlos por voluntarios.
