El artefacto, que no causó heridos, arrasó la sucursal, dañó dos edificios y obligó al desalojo de vecinos

Resistencia Galega destroza el cajero de un banco en O Rosal

Una fuerte explosión hacía temblar de madrugada el centro de O Rosal, despertando a sus vecinos. La detonación se produjo en el interior del cajero de Novagalicia Banco, situado en la calle Ramón Franco. Eran aproximadamente las cinco y cinco minutos cuando se produjo la deflagración. Guardia Civil, Bomberos de Baixo Miño y Grumir se presentaban en la zona, que había quedado seriamente dañada, aunque por fortuna sin registrarse daños personales.
Según explicaron los efectivos allí desplegados, la explosión arrasó el cajero y causó daños en el edificio en el que se encuentra y en otro situado enfrente, incluido la puerta de un supermercado, lo que obligó a desalojar el primer inmueble durante dos horas.

Efectivos de la unidad de desactivación de explosivos Tedax acordonaron la zona y junto con agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil inspeccionaron el lugar en busca de restos. Según pudo saber este diario, el artefacto, de gran potencia, habría sido fabricado de forma artesanal y podría estar oculto en varias latas, que fueron recogidas para su análisis.

Hasta lugar de los hechos, se desplazó el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello, quien aseguró que 'con todas las cautelas', parece ser obra de Resistencia Galega por 'los indicios' recabados por la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Media hora más tarde y cuando medio centenar de efectivos trabajaban en el centro de O Rosal, una barricada con neumáticos cortaba el tráfico de los dos carriles de la autovía A -52 en el kilómetro 295, a la altura de Ponteareas de forma momentánea. Coello desvinculó dicho acto, cuyo origen se desconoce, con el atentado y calificó la explosión como 'un acto condenable y reprobable', que estaba preparado, 'para hacer daño'

De confirmarse las hipótesis iniciales, el de ayer en O Rosal sería el primer atentado de Resistencia Galega tras las últimas detenciones de varios de sus miembros, la más reciente, la de Adrián Mosquera Pazos el pasado mes de enero, cuando lo sorprendieron con tres artefactos explosivos en una zona boscosa de Ames (A Coruña).

Esta explosión se produce además sólo unos días después de que el ex Grapo Telmo Varela saliera en libertad tras agotar la prisión preventiva y recurrir la reciente sentencia del juzgado de lo Penal 1 que le ha condenado a cuatro años de prisión por tenencia de explosivos. Dichos explosivos, encontrados en su vivienda, fueron utilizados, según el fallo para un ataque a la oficina del INEM en Vigo, por el que ha impuesto dos años de prisión al otro imputado, Miguel Nicolás.

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