La operación se prolongó durante varias horas y fue necesario trocear la cabina del vehículo y apuntalar la vivienda

Retiran el camión que permaneció dos meses empotrado en una casa en Salcedo tras sufrir un accidente

Trabajos de retirada del camión.
Técnicos de la empresa Enmacosa lograron retirar hoy el camión matriculado en Portugal que, desde hace dos meses y medio, permaneció empotrado en el bajo de una casa en la parroquia pontevedresa de Salcedo contra la que chocó el 6 de diciembre cuando circulaba por la N-550.
Para la operación, que se prolongó durante aproximadamente tres horas, fue necesario trocear parte de la cabina del camión, con la finalidad de evitar daños en la estructura del inmueble que, en el impacto del camión, perdió uno de sus pilares básicos.

Esta circunstancia fue lo que convirtió la actuación en una 'operación compleja', según indicaron los propios técnicos, en la que intervinieron diferentes profesionales para liberar la cabina y finalmente izar el camión que fue trasladado hasta la cuneta por una grúa de grandes dimensiones.

La retirada del camión se demoró debido a que, por cuestiones de seguridad, el propietario del inmueble encargó a la consultoría técnica con sede en Sanxenxo, Enmacosa, que diseñase la estructura provisional para que la intervención se realizase con las máximas garantías.

Concretamente se instalaron hasta cinco puntales, sobre los que recayó el peso de la estructura durante la retirada del camión. 'Nuestro trabajo consistió en diseñar el apuntalamiento necesario para garantizar la seguridad de los operarios y para que la vivienda no sufriera más daños', explicó a Europa Press Televisión José González, de Enmacosa

La dificultad más grande con la que se encontró la empresa para poder llevar a cabo el diseño de la estructura fue 'el carecer de un proyecto de la vivienda', por lo que se desconocía la resistencia de los materiales, así como del terreno. Por ello, la consultoría técnica recomendó extraer el vehículo por partes para facilitar su desplazamiento y evitar golpes imprevistos contra el edificio.

POR LOS AIRES.


Después de extraer el remolque, la grúa procedió a retirar la cabina empotrada contra los cimientos de la casa. Para ello, y después de varias horas de movimientos calculados, tuvo que elevarla hasta una altura aproximada de 15 metros para evitar los cables de telefonía.

'Había que hacerlo muy despacio', señaló José Castromán, responsable de la empresa encargada de la retirada del vehículo, razón por la que se utilizaron varias sujeciones para evitar que un movimiento brusco pudiera afectar a la vivienda. Pese a ello, 'en ningún momento' se temió por la estructura porque 'todo estaba perfecto'.

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