La tercera parte se encuentran en las de Arousa y Vigo, según los informes de Augas de Galicia

Las rías soportan 864 puntos de vertido, la mitad dañinos

Aspecto de la ciudad de Vigo y su ría. (Foto: ARCHIVO)
Pese a que son reconocidas como uno de los principales atractivos turísticos de Galicia y a la importante fuente de ingresos económicos que representan, las 19 rías gallegas aún soportan 864 puntos de vertido, de los cuales en casi la mitad de los casos, un total de 453, se ha detectado la existencia de contaminación, según los últimos datos de Augas de Galicia.
El Plan de Control de Vertidos sitúa en las rías de Arousa y de Vigo casi la tercera parte de estos focos, con 159 y 116, respectivamente, mientras que en la Ría de Muros-Noia localiza 105; en la Ría de Pontevedra 62; en la de Ferrol 77; y en la de A Coruña 52. No todos estos vertidos son perjudiciales y muchos son inevitables, como ocurre con las aguas pluviales, pero en casi la mitad se constató contaminación.

Aunque se evidencia una reducción de los focos de vertido respecto a los 1.588 detectados en junio de 2009, aún está lejos la meta de unas rías plenamente saneadas, pese a que la Unión Europea había fijado el año 2005 como fecha límite para que todas las poblaciones con un censo de más de 2.000 habitantes contasen con un sistema de depuración para las aguas residuales urbanas.

En Galicia el 57 por ciento de los puntos de vertido esconden aguas residuales urbanas sin depurar que terminan en el dominio público por deficiencias en las redes de saneamiento, vertidos puntuales de alivios de las redes, conexiones erróneas en redes separativas o carencias de sistemas de saneamiento o de depuración.

El presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, expuso que desde su departamento realizan un 'diagnóstico completo' de las redes de saneamiento, porque 'el gran problema' es que 'parte de la carga contaminante se pierde por el camino y no acaba llegando a las estaciones depuradoras'. Esto es perjudicial, además de porque el vertido acaba llegando al medio, porque la estación 'pierde eficacia' -'una depuradora necesita agua contaminada para que las bacterias tengan alimento, si no funciona peor', explicó-.

Según la Consellería de Medio Ambiente, una vez que las principales infraestructuras de depuración están en marcha o en ejecución, 'el gran reto de los próximos años' es, precisamente, avanzar en la adecuada gestión de las redes de saneamiento.

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